El rostro de Frida Kahlo ha aparecido por primera vez en la muñeca de Theresa May, sobre un brazalete que usa la primera ministra británica durante el congreso conservador del año pasado.

Después ha reaparecido en el día de la conferencia de prensa del 15 de noviembre, en el pleno de una reorganización del gobierno, May anunció que el acuerdo sobre el Brexit ha logrado que su gobierno sea el mejor posible para los intereses del país.

De hecho, en el día en que la Unión Europea ha aprobado la salida británica, la efigie de la artista ha aparecido nuevamente en la manga azul de su chaqueta que vestía la primera ministra en Bruselas.

El binomio entre la mandataria británica y la artista mexicana, muerta en 1957 y universalmente reconocida como un símbolo de la emancipación femenina, continua.

Desde hace un año los medios ingleses se interrogan sobre porque la líder de un partido conservador, habría vinculado públicamente su imagen a la de una mujer abiertamente comunista y a la vanguardia sobre la igualdad de géneros.

Realmente la fuerza y la independencia de Frida Kahlo sería, para algunos, utilizada por Theresa May para afirmarse como una mujer de poder y de pulso firme, estoica no obstante las críticas que, cada día, le llueven ahora por todas partes, sobre todo de su propio partido.

Una resiliencia que ha sido típica del carácter de la artista mexicana, que tuvo que convivir con el dolor toda su vida y que May, de este modo, intenta reafirmarlo como suyo.

Con información de Repubblica