En el estacionamiento del Panteón Municipal de Caborca, ubicado entre la Carretera Federal 2 y camino a Las Calabazas, fueron abandonados los restos de cuatro personas.

Los cuerpos  estaban amarrados de pies y manos, tenían signos de tortura y balas. Junto a los cuerpos se encontró una cartulina blanca con un mensaje.

La Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) a través de un mensaje de Twitter informó que autoridades de los tres órdenes de gobierno investigan el hallazgo de las cuatro personas sin vida, cuya muerte pudiera ser provocada por disparos de arma de fuego.

Una semana violenta

La región del desierto, en los municipios de Caborca, Pitiquito y Sonoyta, está convertida en una zona de guerra de carteles que pelean la plaza; la violencia no cede.

El viernes 19 de junio, grupos de hombres armados iniciaron enfrentamientos en el área rural y zona costera de Puerto Lobos, Caborca y Puerto Libertad, municipio de Pitiquito.

Por la noche tomaron por asalto la ciudad e hicieron arder una gasolinera, viviendas y vehículos; rafaguearon casas y se llevaron a varias personas que aún son buscadas por sus familiares en redes sociales. De esa guerra de bandos rivales, las autoridades reportaron tres personas muertas.

La tarde del sábado 20 de junio, fueron encontrados los cuerpos de diez personas que fueron arrojadas en la carretera Caborca-Sonoyta, a la altura del kilómetro 115.

La madrugada del lunes, un hombre de aproximadamente 22 años, fue ejecutado en la colonia Santa Cecilia.

El miércoles 24, las Madres Buscadoras de Sonora encontraron en la carretera de Caborca a Puerto Libertad, el cuerpo de un hombre a punto de estallar, con un mensaje a un lado.

Pese a las restricciones y la declaratoria de emergencia por Covid-19, la violencia escala en la región llamada Perla del Desierto que se encuentra más cerca de Estados Unidos que de la capital de Sonora, donde hay una distancia de 343 kilómetros.

Con información de El Universal