Sin ellas, nada: el poderoso mensaje con el paro #UnDíaSinMujeres del 9M en Saltillo
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Sin ellas, nada: el poderoso mensaje con el paro #UnDíaSinMujeres del 9M en Saltillo
La iniciativa #UnDíaSinMujeres no paralizó del todo a Saltillo, pero para los estándares de participación social de la capital coahuilense la jornada puede considerarse un éxito: prácticamente todos sabían en qué consistía el paro laboral, las causas que lo motivaron y la afectación que habría representado de concretarse por completo.
El 100 por ciento de las escuelas públicas del nivel básico -en las que alrededor del 90 por ciento del personal docente son mujeres- estuvieron cerradas. Sólo algunas instituciones privadas operaron. En el nivel medio superior y superior el panorama fue semejante. Las universidades Autónoma de Coahuila y Antonio Narro no cancelaron actividades, pero garantizaron a sus alumnas que no registrarían inasistencias.
En el otro extremo se ubicó la iniciativa privada. De acuerdo con el director General de Coparmex Coahuila Sureste, Miguel Monroy, sí se registraron algunas ausencias, pero no en proporciones que pudieran considerarse ausentismo.
El sistema de salud, en el cual el personal femenino representa el 70% de la plantilla, operó prácticamente con normalidad, aunque no porque las mujeres desairaran al movimiento, sino porque, conscientes de la crisis que provocaría su ausencia, acudieron a trabajar.
En las oficinas gubernamentales locales, el mayor ausentismo ocurrió en el municipio, que reportó la ausencia del 95 por ciento de su personal femenino. El Poder Judicial vivió un día “inhábil pero laborable” en el que no se realizaron actuaciones judiciales ni contó formalmente para efecto de plazos en los procesos.
En las diversas plazas comerciales también se observó una actividad relativamente normal para un lunes, aunque en la Zona Centro hubo establecimientos que cerraron por falta de personal y algunos supermercados redujeron su horario.
Uno de los servicios con mayor impacto fue el de las instituciones bancarias, que abrieron sus puertas pero tuvieron dificultades para operar debido a las ausencias.
Y aunque la iniciativa no se vivió igual en todas partes, lo que sí lograron las impulsoras fue dejar claro que, sin ellas, nada opera con normalidad. (Con información de Alejandro Montenegro, Christian Martínez, Armando Ríos y Nazul Aramayo)