Similitudes del caso de Duarte y su gestión inconclusa, con el de Óscar Flores Tapia en Coahuila
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Similitudes del caso de Duarte y su gestión inconclusa, con el de Óscar Flores Tapia en Coahuila
Saltillo/Veracruz.- Al pedir licencia a 48 días de concluir su sexenio como Gobernador de Veracruz, pareció que Javier Duarte se confesaba culpable –sin decirlo, por supuesto– de las denuncias de corrupción que pesan contra él.
Dijo que Veracruz requiere un Gobernador de tiempo completo y que él necesita tiempo para responder a las denuncias, luego que el PRI lo despojó de sus derechos partidarios el mes pasado, y que en junio perdió por primera vez una elección estatal.
Se critica al mandatario estatal tanto por la presunta corrupción rampante en su gobierno, como por el número de asesinatos no resueltos, incluso de periodistas, durante su tormentosa administración.
El caso recuerda otra separación apresurada de un gobernador priísta. Quien hace 35 años dejó el despacho principal de su Palacio de Gobierno, también acorralado por acusaciones de corrupción, fue el coahuilense Óscar Flores Tapia en 1981.
Flores Tapia, interrumpió su mandato faltando 112 días para terminar su periodo constitucional y renunció a la Gubernatura tras un escándalo por “enriquecimiento inexplicable”, motivo por el cual fue desaforado, tras un juicio político promovido por el entonces diputado panista Jesús González Schmal.
Por acusaciones de peculado, el exlíder nacional de la CNOP se vio obligado a dejar el cargo y debió reintegrar al erario una cantidad indeterminada de dinero, además de que se le confiscaron 14 propiedades, valuadas en unos 100 millones de pesos, a nombre del Gobernador.
El escándalo, atribuible a un desencuentro con el entonces presidente de la República, José López Portillo, estalló cuando Flores Tapia fue acusado por enriquecimiento inexplicable, en base a que “nunca se le conoció habilidad en los negocios… lo cual es prueba evidente de que ha hecho fácil fortuna con la política y la gubernatura”, según declaró el periodista Armando Castilla Sánchez, propietario y director del periódico VANGUARDIA, el 7 de mayo de 1981.
Esa fecha, VANGUARDÍA publicó un desplegado periodístico dirigido a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión y a la Procuraduría General de la República, señalando que Óscar Flores Tapia se había hecho de “más de 2 mil millones de pesos”, cuyo origen no explicaba.
Incumplida quedó la propuesta que el 1 de diciembre de 1975, durante su toma de posesión como Gobernador de Coahuila –ante el Congreso local e invitados, incluyendo el presidente Luis Echeverría Álvarez–, había hecho Flores Tapia: “Mi gobierno no tolerará, bajo cualesquiera circunstancias, que nadie, a ningún título, desvíe la aplicación de los fondos públicos”.
Cinco años, ocho meses y 11 días después, a las 11:34 horas del 11 de agosto de 1981, Francisco José Madero González rindió protesta como Gobernador sustituto del Estado de Coahuila. Óscar Flores Tapia se fue a su casa, cuya arquitectura es una réplica de “Tara”, la mítica mansión de “Lo Que El Viento Se Llevó”, ubicada en el fraccionamiento Doctores de Saltillo.
El mandato de Javier Duarte en Veracruz termina oficialmente el 30 de noviembre próximo.