TORREÓN.- Si bien Torreón se precia de tener uno de los mejores organismos operadores de agua potable y saneamiento de México, esto no siempre fue así, por años, sus finanzas fueron saqueadas y la eficiencia y calidad del servicio dejaba mucho que desear, muy distante de lo que ahora es.

Se tenía una inadecuada calidad en el abastecimiento y una baja eficiencia técnica y administrativa, al grado de ser considerado el Simas como la “caja chica” de los Alcaldes en turno para cometer fraudes.

Sin embargo, esta administración tuvo que “tomar el sartén por el mango”, desterrar arraigados vicios, como el caso de los consejeros empresariales que no pagaban el consumo de sus negocios.

Así, la Canaco, Ciudad Universitaria, dependencias del Gobierno Estatal y muchas empresas privadas, ya no se les descuenta ni subsidian tarifas, sin que se viole la Ley de Aguas del Estado.

En administraciones municipales anteriores (PAN y PRI), la queja recurrente era que la gerencia del Simas nunca daba información respecto a los estados de cuenta, siempre decían que estaba en Saltillo, pero pasaba el tiempo y nunca los proporcionaban, tal como pasó con la auditoría que estuvo perdida por casi tres años en la administración de Eduardo Olmos.

Se tiene registrado que entre 2003 y 2009, periodo en el cual el PAN estuvo afianzado dentro de la Presidencia Municipal de Torreón, el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento funcionó como la “caja no tan chica” y la principal entidad financiera para los proyectos políticos y personales de los dos Alcaldes que hubo en ese lapso: Guillermo Anaya Llamas y José Ángel Pérez.

Anaya, quien ahora aspira a gobernar Coahuila, fungió como Alcalde de Torreón entre enero de 2003 y diciembre de 2005, lapso en el cual en el Simas Torreón se cometieron irregularidades financieras y administrativas por una suma cercana a los 150 millones de pesos.

José Ángel Pérez, quien también quiere ser Gobernador, estuvo al frente del Ayuntamiento hasta el 31 de diciembre de 2009, y meses después de dejar el cargo, los torreonenses empezaron a percibir el olor de la suciedad con que manejó Simas.

Una auditoría que se realizó a las cuentas públicas del organismo, durante el periodo en que Anaya fungió como Alcalde, reveló irregularidades financieras que se cometieron por 148 mdp.

Luego llegó Miguel Ángel Riquelme Solís a meter orden, empezando por desconocer el contrato leonino que en noviembre de 1999, firmó Jorge Zermeño Infante con la empresa Ecoagua, para operar la Planta Tratadora de Aguas Residuales.

Debido a las desventajosas condiciones impuestas por el contrato, se decidió a no seguir operando con la empresa mencionada, toda vez que a la fecha se habían pagado más de 350 mdp, casi tres veces más que el valor inicial del contrato concesión que sumó los 170 millones y todavía se debían otros 500.

La intensión de este proceso inédito en la historia del Municipio, una vez resuelto, “es dejar a Torreón con una verdadera planta tratadora, que entregue aguas de calidad y que no afecten las finanzas públicas”, refirió en su momento el actual gerente administrativo de la paramunicipal, Xavier Herrera Arroyo.

Las cosas cambiaron, ahora la eficiencia administrativa, por ejemplo, permitió que en 2016, con una inversión de más de 80 mdp, el Simas llevó a cabo la perforación de 8 nuevos pozos en La Moderna, Las Luisas, Alamedas, Viñedos, San Agustín, La Paz, Zacatecas y Mieleras.

Con estos pozos se inyecta a la red un gasto de más de 600 lts/ps en beneficio de 150 mil habitantes.

Se repararon 284 colectores con una inversión de 48 mdp que implicaron la reposición de 10,300 metros lineales de tuberías con materiales de alta densidad.

El Simas puso en marcha el Call Center y el sistema de telemetría, modernizando la atención a los usuarios y el monitoreo en tiempo de los pozos, lo que colocó al organismo a la vanguardia entre los sistemas del País con mejor tecnología.

Se hizo el mantenimiento anual a equipos de bombero para garantizar a la ciudadanía un servicio de agua continuo durante los 365 días del año, según explicó.

Manifestó que con el fin de reforzar las acciones del Simas, en 2016 se invirtieron 2.2 mdp en la compra de 13 vehículos nuevos.

Por primera vez, se clausuraron 15 pozos en desuso y que estuvieron abandonados durante años, con lo cual se dio cumplimiento a la Ley de Aguas, a través de la norma oficial NOM-004CNA-1996.

A raíz del litigio con Ecoagua, el Simas Torreón asumió el control y la operación de la planta tratadora, en donde se invirtieron 55 mdp para optimizar su funcionamiento, ya que durante muchos años operó de manera irregular, sin cumplir con las normas ambientales y no producía el agua tratada requerida.

Pero gracias a una serie de trabajos, la planta hoy en día, produce agua tratada que cumple con la NOM-SEMARNAT 001-1996.

A lo largo de 2016, se realizaron revisiones a comercios e industrias para verificar que sus descargas cumplan con las normas ambientales que establecen los límites permisibles de contaminantes en las descargas a los sistemas de alcantarillas.
Igual, para garantizar un servicio eficiente, se realizaron operativos de atención integral en colonias y donde se presentaron mayor número de quejas. 

Como incentivos a los usuarios por el pago puntual, se realizó el sorteo de un auto último modelo.