Silbato marca ACME

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Silbato marca ACME

He aquí la nueva idea de Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México para evitar el acoso y violencia hacia las mujeres: “Estoy hablando ahora de la estrategia de un silbato, que estará a disposición de quien lo quiera, silbato que dará una señal. Una señal de alerta a la sociedad de que algo está pasando ahí, que no podemos estar indiferentes. Quizás en un sendero que se pueda considerar peligroso, en un espacio que estemos en el proceso de recuperación, en cualquier lugar en dónde una mujer pueda portar consigo este silbato, el de las mujeres es el silbato rosa, habrá silbatos para hombres también color negro”. Es parte de la campaña “Vivamos seguras”, y en las cajas dónde se reparten dice lo siguiente: “el silbato es un instrumento de protección paras las mujeres en caso de violencia, acoso o peligro: úsalo. Cuando veas una conducta inusual, advierte a la persona que se abstenga de realizarla, pide el apoyo a los que te rodean y acciona el silbato hasta que llegue la ayuda. Denuncia.”

El Jefe de Gobierno no presentó casos de éxito, no dijo el número de silbatos a repartir, las zonas de conflicto, una estrategia integral, nada, simplemente lo presentó de manera improvisada y ambigua. Jimena Soria, vocera de Gire —organización de apoyo a los derechos de la mujer— señaló que lo primero que le llamó la atención fue la separación de responsabilidades “el gobierno de la ciudad otra vez pasa la estafeta de la seguridad a las mujeres, si tú te sientes agredida protégete, cuando debería ser al revés, una vez más el gobierno de Miguel Ángel Mancera presenta un proyecto sin sustento”. 

En temas más técnicos y estosonará a broma —pero no lo es— los silbatos son fabricados por la empresa inglesa Acme. En la página de internet de esta compañía se  anuncia un precio de 2.90 libras (60 pesos)  para el modelo tornado no. 636, el que reparte el Gobierno de la ciudad, de acuerdo con la descripción del producto es “un silbato pequeño con gran fuerza”.

Actualmente existen otros mecanismos mucho más efectivos, si una mujer se siente amenazada en el Metro de la CDMX puede jalar la palanca de emergencia y detener el convoy, o en caso de ir en un Metrobús también existen botones de pánico para estas situaciones, así que ¿por qué ahora repartir silbatos? Porque el gobierno de Mancera es fiel a la improvisación y a la ocurrencia, al cierre de esta edición la página donde debería de estar toda la información aún no estaba disponible (www.vivamosseguras.gob.df.mx) el Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México, responsable del proyecto, no ha salido a informar absolutamente nada, lo único que tenemos son decenas de preguntascon una certeza, el Gobierno de la ciudad no tiene la menor idea de lo que está haciendo.