¿Siguen influyendo las civilizaciones antiguas en la cultura y vida modernas?

Las civilizaciones más influyentes en los continentes europeo y americano han sido la romana y la mexicana. Los imperios azteca y de la antigua Roma fueron dos corrientes de cultura muy fuertes que condicionaron las costumbres, la sociedad, la religión, la política y la economía del resto de países a su alrededor.

Las antiguas civilizaciones no han terminado de desaparecer, mantienen su influencia en las costumbres, las tradiciones y el idioma de la actualidad, por ello se puede asegurar que aún permanecen vivas. Los continentes con más cantidad de historia antigua registrada, como el europeo y el americano, son claros ejemplos de esto. Europa, el denominado “viejo continente” por los muchos sucesos acontecidos en él, es un territorio con muchos vestigios de la época romana. Y en relación al continente americano, decir que la civilización precolombina azteca es una de las que más huella ha dejado hasta el presente, en particular en el centro y sur de América.

¿Cómo fueron estas civilizaciones? ¿Cómo podemos saber de ellas? ¿Qué pruebas hay de su existencia?

El imperio romano

La cultura romana data del siglo VIII a.c., fue una civilización que surgió en la época del dominio griego. De ahí que, muchas características sean compartidas entre ambas culturas, como la adoración a dioses similares y la estructura clasista de la sociedad. Al igual que los griegos, fueron un pueblo muy preocupado por la erudición. La ciencia, la filosofía y la política eran parte fundamental de la educación. Las guerras y el deseo de conquistar y ampliar el imperio, fue otra de las grandes similitudes entre ambas civilizaciones.

Roma, finalmente se convirtió en el imperio más poderoso conocido hasta entonces, sus estrategias y potencial militar hicieron que los límites de sus territorios crecieran enormemente. De hecho, en la actualidad se pueden encontrar multitud de pruebas arqueológicas que demuestran la presencia de sus legiones y de su clase noble (patricios), en varios territorios del continente europeo.

Otra muestra del poder e influencia del imperio romano sobre el resto de civilizaciones, y que a día de hoy aún se pueden percibir sus efectos, fue la rápida propagación del latín en el continente. El idioma es uno de los rasgos más característicos de una cultura, de ahí que la difusión del lenguaje fuera uno de los métodos más poderosos de conquista, en aquel entonces.

Para adquirir conocimiento acerca de estas y otras culturas se puede acudir a páginas web de contenido excelente sobre este respecto. Pero, aparte de lo escrito, en la actualidad se pueden percibir los efectos de las antiguas civilizaciones visitando los territorios conquistados. España, por ejemplo, es uno de los enclaves donde el imperio romano asentó ciudades y delegaciones de su gobierno.

Muchos restos del imperio romano se encuentran en zonas protegidas por la cultura en España. Segovia y Mérida son dos de las principales ciudades en relación a este asunto. El acueducto de la capital segoviana es una de las obras arquitectónicas más impresionante del conocimiento romano. Es una forma de entender lo importante que ha resultado siempre el agua para la existencia, prosperidad y supervivencia de la sociedad humana.

Mérida, conocida antiguamente como Emérita Augusta, era el lugar donde los cargos eméritos del imperio romano descansaban de su actividad en primera línea política, militar y de alguna otra índole, como corredores de cuadrigas y gladiadores. 

La capital de Extremadura mantiene aún una cantidad significativa de monumentos romanos, a través de los cuales poder entender el estilo de vida de esta civilización antigua. El hipódromo o circo romano, el anfiteatro, el teatro, la Alcazaba, el acueducto de los Milagros, el templo de Diana, el arco de Trajano, la casa de Mitreo, los columbarios y la morería, son algunos de los restos que ayudan a comprender el alcance de la cultura romana.

El Español, es otro de los rasgos que demuestran la existencia y el poder del imperio romano en la zona sureste del continente europeo. Éste, e un idioma proveniente del latín, de ahí que conecte la cultura del país entero con aspectos determinados de la civilización romana.

La religión es otra de las evidencias de la influencia romana en las bases de la sociedad española, pues, a pesar de ser un estado aconfesional la mayoría de personas dice ser católica y practicante.

El imperio azteca

Antes de la llegada de Cristóbal Colón al continente americano, se desconocía la existencia de estos territorios. Por ello, la historia precolombina es menos abundante y menos conocida que la ocurrida en el continente europeo. A pesar de ello, las civilizaciones y los sucesos ocurridos a este lado del océano Atlántico, tuvieron mucho calado en las regiones centrales y sureñas de América.

La cultura Azteca, junto con la Maya y la Inca, fueron corrientes muy influyentes en los pueblos indígenas existentes en aquel entonces. De hecho, en la actualidad, aún se conservan rasgos de estas civilizaciones en lo que respecta a costumbres, tradiciones e idioma.

Los aztecas ocuparon el territorio que hoy se conoce como México, sin contar las regiones del sur del país. Establecieron su ciudad capital en Tenochtitlán, desde 1325 a 1521. Los doscientos años de poder e influencia, arraigaron fuerte en las diferentes culturas de pueblos indígenas que tuvieron relación con ellos.

Al igual que la mayoría de civilizaciones antiguas, los aztecas también jerarquizaron la sociedad de manera clasista, donde el poder militar y el religioso eran ubicados en las altas esferas de gobierno. En relación a este asunto, cabe destacar la influencia que estos cargos ejercían con respecto al gobernante soberano, Tlatoani, pues eran considerados sus consejeros de confianza, tanto el responsable militar como religioso.

La economía se sostenía a través de la agricultura, pues no existía la moneda y se comercializaba a través del trueque.

Como en el caso antes mencionado, esta civilización también ha tenido un fuerte impacto e influencia en otras culturas, como es el caso particular de la cultura mexicana. Las raíces de este país se nutren de las tradiciones y costumbres pasadas.

La vestimenta tradicional de México, que aún hoy se utiliza en diferente ocasiones, sigue los mismos patrones de confección que en la antigua Tenochtitlán. Los bailes, las canciones y demás aspectos folclóricos, tienen su origen en composiciones aztecas.

Y en lo referente al idioma, a pesar de la imposición del español en la época colombina, el Quechua y otros dialectos indígenas aún siguen vivos y en uso. Incluso éstos han llegado a condicionar y moldear el uso del castellano. 

Las civilizaciones antiguas no han desaparecido, siguen vivas en las nuevas corrientes y culturas del mundo.