A un año del cambio de gobierno federal, muy pocas de las representaciones federales de Coahuila cuentan con un delegado o responsable de sus operaciones.

Si bien algunas oficinas como Profeco, la Fiscalía General de la República, el IMSS y la Secretaría del Bienestar cuentan con un representante, otras como el ISSSTE, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Secretaría de Economía, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, se encuentran acéfalas desde hace años, como es el caso de la Comisión Nacional del Agua, en donde desde hace cuatro años no hay delegado.

Incluso en junio de este mismo año el gobierno federal implementó un recorte masivo correspondiente al 30 por ciento de la base laboral en distintas delegaciones del estado dejando sin empleo a poco más de mil trabajadores.

Este mismo recorte suponía, además del combate a la corrupción, el recorte de salarios a altos mandos, ya que la nómina acaparaba una buena parte del presupuesto de las dependencias.

Sin embargo, altos mandos como el delegado de la Secretaría de Bienestar en la entidad, Reyes Flores Hurtado, percibe un salario bruto de 126 mil 617 pesos mensuales, mientras que el sueldo neto estimado es de 87 mil 998.81 pesos, lo que lo convierte en uno de los funcionarios federales en el estado mejor pagados.

El sueldo de Flores, como el de todos los súper delegados en el país, son inferiores por solo 20 mil 307 pesos al del presidente Andrés Manuel López Obrador.

En contraste, el encargado de la delegación de Profeco, Alfredo Macías, recibe un sueldo bruto de 29 mil 732 pesos, lo que deja un sueldo neto de 23 mil 785 pesos mensuales, es decir, recibe 64 mil 213 pesos menos que su homólogo en la delegación de Bienestar.