MÉXICO. - En medio de un Estadio Azteca con butacas vacías, el frío de la estructura sin el retumbar de los aficionados y solo el grito de jugadores y técnicos haciendo eco por los pasillos, fue como Cruz Azul derrotó 1-0 en el Clásico Joven a un América que tuvo como figura destacada a Guillermo Ochoa.

En un escenario atípico y siendo el último juego de la fecha 10, antes del parón por coronavirus que vivirá la Liga MX, el líder del torneo impuso condiciones ante unas Águilas que no lograron encontrarse y que dejaron todo en los guantes de Ochoa, quien en menos de media hora fue crucial para mantener su portería en cero.

En menos de cinco minutos Santiago Giménez tuvo dos ocasiones para abrir el marcador. La primera pasó a centímetros del poste derecho, mientras que la segunda fue bien atajada por Guillermo Ochoa, quien esperó de buena manera el remate del delantero mexicano.

Las Águilas encontraron respuesta en los esfuerzos individuales. Luis Fuentes buscó de media distancia ante la buena atajada de Jesús Corona, mientras que Sebastián Córdova intentó mover el marcador con un remate que estuvo cerca de meterse por el ángulo superior izquierdo.

Por parte de La Máquina, Jonathan Rodríguez fue capaz de burlar a dos rivales en el área grande, pero de nueva cuenta Memo Ochoa apareció para impedir la anotación.

Por si fuera poco, el propio cancerbero volvió a lucirse en un remate de media distancia de Elías Hernández, quien tiró y con los dedos alcanzó a mandar a tiro de esquina.

La segunda mitad fue pareja, América corrigió sus errores entre líneas y los espacios que dejaron al rival para ganar terreno.

Ambas escuadras lucharon, disputaron el mediocampo e intentaron apoyarse con Córdova y un Viñas que ingresó en la segunda parte para ser el hombre que retuviera el balón en tres cuartos de campo.

La Máquina aprovechó un error por la banda derecha azulcrema. Juan Escobar explotó la banda y superó la marca de Sebastián Córdova para mandar un centro a Jonathan Rodríguez, quien le ganó el espacio a Bruno Valdez para rematar potente y superar a Ochoa.

América insistía ante los gritos de un Miguel Herrera que buscaba el triunfo, mientras que Robert Dante Siboldi pedía calma a los suyos y no perder las marcas en defensa.

En el último suspiro del encuentro, Igor Lichnovsky empujó dentro del área a Bruno Valdez, por lo que Fernando Guerrero decretó la pena máxima y con ello la posibilidad de La Máquina de perder tres puntos que ya se metía en la bolsa.

En el momento más importante apareció Corona, quien desde la línea de cal se impuso a Emanuel Aguilera, quien cobró raso y al alcance del cancerbero que 20 segundos después fue abrazado por todos, sin temor a enfermedades y con la satisfacción de mantenerse en la primera posición.