ESTIMADA ANA:

Hace un año llegó mi esposo de madrugada, tomado, como suele hacerlo regularmente, yo estaba durmiendo en otra recámara y vi que encendió al luz.

Pasaron unos minutos y no la apagaba. Me levanté y lo veo profundamente dormido con su lap top abierta. 

Decido apagarle la luz y cuando estaba a punto de cerrar la computadora, reaccioné y me di cuenta que era el momento de revisar qué tanto hacía él a esa hora.

Lo que yo sospechaba digamos que se confirmó: veo dos correos de dos mujeres. Una le dice que le está marcando a su celular y que no le contesta, que extraña sus besos y sus caricias y lo llama cariñosamente. A la otra mujer sí la conozco, es una mujer casada y con hijos. 

Ella le dice que hay que coordinar un encuentro, tomar un café, pero que le da miedo que alguien los vea juntos. Cuando veo esto, la verdad ya no me pude dormir, esperé a que amaneciera y más tarde hablé con él. Todo lo negó, cambió por un tiempo su actitud hacia mí y la verdad las versiones que me dio no me convencieron.

De eso ya pasó casi un año y hace días uno de mis hijos me dice que sabe algo de mi esposo. Me confesó que su papá estuvo platicando desde nuestra casa, con una mujer desde su celular, que él le decía que tenía ganas también. 

Me siento devastada. Creo que no hay duda de que hay una infidelidad desde hace tiempo. 

He hablado con mis dos hijos y ambos están dispuestos a hablar con su papá y enfrentarlo, pero insisto, no tengo pruebas. He pensado muchas cosas, desde contratar un investigador hasta perseguirlo en un coche de renta. No sé estoy muy angustiada, me está afectando anímicamente e incluso en mi trabajo.

Agradecería un consejo, pienso seriamente en la posibilidad del divorcio pues hace tiempo que la relación entre mi esposo y yo está totalmente vacía.

Me da una enorme tristeza ver que he fracasado en mi matrimonio, pero no quiero preocupar a mis padres que viven lejos.

MARTHA
 

ESTIMADA MARTHA:

Lamento la situación en la que te encuentras, pero me gustaría hacerte algunas preguntas al respecto, después de analizar cada una de las palabras que me escribes. ¿qué crees que sea lo más importante para ti en estos momentos, el bienestar de tus hijos o el de tus padres, que tienen ya una vida resuelta e independiente?

Has pensado, por ejemplo, ¿qué sucedería dentro de algunos años, cuando tus hijos sean adultos y recuerden todo ese tiempo en el que te vieron sufrir, tiempo en el que estar conscientes de lo que sucedía, deseaban enfrentar la situación contigo y tú no lo permitiste, por miedo a la imagen que fuera a proyectarse ante los demás o por no preocupar a tus papás?

Creo que este caso es de los que el sentimiento nubla a la razón, en el que estás anteponiendo muchas cosas antes de ti misma, antes de ver y analizar lo que realmente quieres para ti, cómo quieres vivir y en qué circunstancias.

Tienes una gran ventaja, conoces el problema, la solución y la mayoría de las implicaciones, pero también te das cuenta que en cuestiones del cariño, no basta con tener la razón y por lo mismo, la aceptación de nuestras decisiones que puedan tener terceras personas, así nos quieran demasiado,  no es lo más importante para seguir en la búsqueda de la felicidad.

ANA