Sicarios en Tanhuato tenían lanzacohetes similar al que tumbó helicóptero de Sedena

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Sicarios en Tanhuato tenían lanzacohetes similar al que tumbó helicóptero de Sedena

Foto: Tomada de Internet
Fue asegurado por la PF a integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación que tomaron el rancho El Sol, en mayo de 2015

Un lanzacohetes antitanques quedó ahí, tirado junto a la entrada de aquella bodega donde se refugió el hombre que buscaba dispararlo. El arma —considerada como uno de los principales antitanques del Ejército de Estados Unidos después de la guerra de Corea— estaba abastecida con un misil Rocket 66 mm.

Era el mismo tipo de arma y el mismo tipo de misil que días antes sicarios del mismo grupo delictivo usaron para derribar un helicóptero Cougar-1009 de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y en el que murieron nueve personas y dejaron heridas al mismo número, entre agentes y soldados.

Se trata de un lanzacohetes M72LAW (por sus siglas en inglés: Light Anti-armor Weapon o Light Anti-tank Weapon), el cual formaba parte del arsenal que miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) tenían listo para usarse, en el rancho El Sol, en Tanhuato, Michoacán, en mayo de 2015.

Una imagen que forma parte de los reportes y las investigaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) muestra el arma hallada en este lugar la mañana del 22 de mayo, luego del enfrentamiento entre narcotraficantes y elementos de la Policía Federal.

El arma y el misil listos para dispararse y con la capacidad de penetrar blindajes incluso de tanques, quedaron en este terreno que días antes estos sicarios le habían quitado a su propietario para hacerlo una especie de centro de operaciones.

El lugar era estratégico para ellos, pues se encuentran sobre la carretera en los límites entre Michoacán y Jalisco y con la oportunidad de tomar cualquier dirección hacia alguno de los dos estados.

De acuerdo con los reportes, en aquel operativo, el lanzacohetes lo llevaba uno de los hombres que los atacaron ese día. Sin embargo, finalmente no fue utilizado por el sicario, pues cayó abatido.

Según el informe elaborado por el Ministerio Público del estado y luego por el federal, aquel día se incautaron 36 armas largas, dos cortas, un lanzacohetes y un fusil Barret calibre 50.

Entre las armas que llevaban estos hombres estaba aquel lanzacohetes, similar al que usaron miembros del mismo CJNG sólo tres semanas antes.

El 1 de mayo sicarios de este grupo delictivo le dispararon a un helicóptero de la Sedena que realizaban un operativo y lo derribaron. Nueve uniformados murieron en aquel ataque, otros nueve quedaron lesionados.

Ese mismo día los delincuentes bloquearon carreteras con camiones y autos que secuestraron y luego quemaron.

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Después de los ataques hubo 19 detenidos y las autoridades decomisaron chalecos antibalas, uniformes, equipo de comunicación y nueve camionetas, entre ellas una que estaba adaptada para montar una ametralladora calibre 0.50, similar al otro fusil tipo Barret que después decomisarían en el rancho de Tanhuato.

El día del enfrentamiento entre agentes y sicarios en el rancho El Sol, en Tanhuato, murieron 42 presuntos delincuentes y un elemento de la Policía Federal.

El jueves pasado la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dio a conocer un informe en el que, según éstas, hubo abuso por parte de los elementos policiacos hacia los miembros del CJNG.

Ese mismo día el titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, negó que la Policía Federal cometiera ejecuciones extrajudiciales al asegurar que hubo un “uso racional” de la fuerza por parte de los agentes.

“El uso de las armas fue necesario y se actuó, en nuestra consideración, en legítima defensa”, afirmó Sales esa vez.

El Comisionado, manifestó que aceptarán las recomendaciones de la Comisión respecto al caso, pero insistió en que no se configura la hipótesis de ejecuciones arbitrarias.

Aseveró que aquel día los agentes se identificaron y exigieron a los civiles que estaban en el rancho que depusieran las armas y “la respuesta fue con disparos de arma de fuego”.

“Nosotros creemos que la actuación de fuerzas federales fue absolutamente racional en un escenario hostil, con tiradores desde diversos puntos… no creemos, pues, que se configure la hipótesis de ejecuciones arbitrarias”, indicó.