El técnico del Bayern Múnich, Josep Guardiola, reconoció que el haber quedado eliminado el equipo de la Liga de Campeones y con ello frustrado el sueño del trébol de títulos es sinónimo para muchos en Alemania de su fracaso como entrenador.

"Si piensan que he fracasado, escriban que he fracasado. Lo tengo que aceptar", dijo Guardiola en la antesala del choque de Liga con el Ingolstadt en el que el Bayern podría coronarse campeón por cuarto año consecutivo.

"Si la valoración de mi paso por el Bayern es si gané o no la Champions, entonces he fracasado. Si la gente piensa que he fracasado, lo debo aceptar", repitió Guardiola.

Sin embargo, dijo que sus sensaciones personales tras tres años eran otras. "Yo fui muy feliz aquí, hice mucho, luché. Yo sabía que no podía hacer más que Jupp Heynckes", dijo sobre su antecesor, bajo cuya batuta el Bayern consiguió el primer "triplete" de Liga, Copa y Liga de Campeones.

"Mi idea era ayudar a mantener este nivel pero sabía que tarde o temprano podíamos perder", continuó. Guardiola se mostró "muy orgulloso" del equipo, que cayó derrotado en el cruce de semifinales tras un partido de alto nivel contra el Atlético Madrid en propio campo.

"El tema no es que perdimos sino cómo perdimos contra el Atlético (...), pero hicimos todo lo que pudimos", se defendió.

El técnico español destacó que ahora toca concentrarse para obtener el punto que falta para ganar el campeonato en el choque de mañana contra el Ingolstadt y posteriormente luchar en la final de la Copa contra el Borussia Dortmund.

"Todavía tenemos que luchar por dos títulos. La presión es mucha porque aún no hemos ganado ninguno", recordó. "Quiero que seamos campeones lo más pronto posible".

Asimismo Guardiola elogió a los equipos españoles, tres de los cuales están en las finales de los torneos europeos. "La calidad de los equipos españoles es muy buena. El Sevilla es finalista de la Liga Europa por tercera vez consecutiva y les envío mis felicitaciones".

"Los equipos españoles han trabajado en la base en los últimos diez, doce años, buscan la calidad y tienen dinero para comprar jugadores", enumeró.