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Sexo e infidelidad van juntos
El sexo es algo que se disfruta libremente y donde hay acuerdos tácitos. Todo vale en una cama entre dos personas (en algunos casos más, pero esa no es la cuestión de esta semana), pero siempre que esos dos individuos estén de acuerdo y lo avalen.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando hay una ruptura? Una infidelidad, comprobada, que quiebra la pareja. Ese matrimonio, noviazgo o concubinato se ve resquebrajado pero, por determinados motivos, deciden volver a intentarlo.
¿Cómo se vive el sexo luego de que una de las partes falló la confianza de la otra persona? La licenciada especialista en psicología y sexología, Sandra Lustgarten (ver columna abajo) detalla que “a veces muchos problemas que luego derivan en rupturas tienen que ver específicamente con el tema del sexo, ya sea por haber perdido el deseo sexual, por haber entrado en una rutina, por la abstinencia, falta de atención en el otro o el egoísmo”.
Crónica recopiló el testimonio de varias personas que decidieron mantenerse el anonimato por cuestiones lógicas, explicaron como vivieron esa situación y los por qué.
“Se disfruta más”
Cada persona es distinta, cada pareja es diferente. Los deseos y las vivencias corren por cuenta de cada uno. Eva, una artista plástica de 43 años que habita en el conurbano bonaerense, vivió los dos aspectos. Y da una definición curiosa de la situación.
“Cuando me tocó ser infiel, me pasó precisamente porque el sexo no era bueno. Lógico que una separación no se da solo por tener mal sexo, sino que es un cúmulo de cosas. Cuando le fui infiel, empecé a disfrutar más el sexo con él”, va al fleje Eva en el diálogo con “Crónica Salud”. Y deja una reflexión personal, bastante interesante: “En general las relaciones se terminan un par de años después de lo que se tendrían que haber terminado”.
¿Infieles para salvar la pareja?
Muchas veces, dentro de los mitos que surgen, se dice que la infidelidad puede alimentar el sexo en la relación. La licenciada Lara Castro, directora de la Escuela de Sexualidad, aseguró que la infidelidad no mejora a la pareja, contrario a la falsa creencia popular.
“Si hay un conflicto importante que no se está resolviendo de la forma correcta, una persona puede pensar que, a través de la infidelidad, se está vengando y reparando su honor. O si un miembro de la pareja ha sido infiel, el otro siente que al hacer lo mismo estará en igualdad de condiciones”, clarificó la facultativa, experta en la materia.
“Lo pienso todo el tiempo”
Ana (quien pidió proteger su nombre real) tiene 33 años y hace poco sufrió un desamor. Volvió con su pareja, pero la situación no es la mejor. Incluso, actualmente está tratando de arreglar los tantos, pero es algo que le cuenta mucho.
“La verdad que cada vez que me toca, pienso en cómo la toca a ella, qué le hará, no puedo vivir la sexualidad a pleno. Es algo que de un momento a otro imagino que terminará de romper la relación. O lo resuelvo, o se termina”.
Hay un cambio positivo
La Licenciada Diana M. Resnicoff, da una visión distinta. “La pareja cambia, la crisis tiene que servir. Al principio se produce una disminución, pero luego (por lo general y si la pareja pasó el embate) se empieza a reflotar el deseo sexual. Se deben hacer cosas diferentes, toques que van incrementando y despertando el deseo sexual que se despierta en nuestro órgano sexual más importante: la cabeza”, señaló.
Adiós mitos: Hombes y mujeres casi por igual
Un sitio web (Romance Secreto) encuestó a 1.500 argentinos para saber cuántos infieles hay. El 41% de los participantes aseguró haber engañado a su pareja y, de esos, un 56% dijo no sentir ningún remordimiento por hacerlo.
En el estudio ambos sexos mostraron casi los mismos parámetros: un 52% de los adúlteros eran varones y el 48% eran mujeres. Es decir, se terminó el viejo mito de la cultura machista que decía que el hombre era más infiel.
Ahora bien, en el desglose, se le preguntó a los “infieles” en cuestión, qué es lo que hicieron en esa infidelidad, ya que es una palabra muy abarcativa. El 33% contestó que tuvo sexo con un tercero, el 28% solamente besó a alguien, el 20% solo tuvo pensamientos de adulterio y el 19% restante contestó que se enamoró de otra persona.
Dentro del rubro “los motivos”, el 36 % añadió que fue para tener nuevas experiencias, el 23 % por venganza, el 21 % por aburrimiento y el 20 % por insatisfacción sexual. Por último, sobre si perdonarían una infidelidad, el 82 % dijo que no. ¿Será tan así?
REVALORIZAN LO QUE TIENEN
Por Sandra Lustgarten *Lic. en Psicología y Sexología
¿Qué sucede cuando logramos pasar el trance de la infidelidad y la pareja decide ponerse en recuperación del vinculo y trabajar para entender que paso?, o sea reparar.
Las reacciones suelen ser diferentes depende de la personalidad y autoestima de cada persona, algunas mujeres como resentidas por la situación evitan el sexo durante un tiempo hasta que pueden perdonar para luego entender que algo cambió en la cama y que nada volverá a ser como antes. Que el hilo de la confianza se rompió y siempre tienen la fantasía del engaño.
Esto también sucede a los hombres muchas veces. Para ellos el proceso es más difícil porque viven en una sociedad machista y no saben como enfrentar la vergüenza ni sanar la herida a su hombría.
Los pone en alerta si lo que sucedió con el amante sería mejor o peor que su manera de hacer el amor, temen por el tamaño del pene, y otras preguntas que surgen cuando se reencuentran después de este episodio y rescatan un sentimiento de amor.
Pero tienen mucha dificultad para perdonar y olvidar, ellos lo quieren saber todo y con detalle. Para mí como especialista en el tema, el sexo después de la infidelidad es una prueba para la pareja: ver si pueden compensar el dolor con otras cosas que no tienen que ver con lo carnal sino con aspectos de un vínculo valioso que no desean perder.
A veces conocer al otro y haber transitado juntos un camino es la herramienta perfecta para reencontrar el amor y volver a descubrirse. Volver de la infidelidad, a veces es una experiencia necesaria para revalorizar lo que tienen.