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Sergio Flores se encumbró
Con un toro. Sergio Flores se abrió camino en una noche -gélida- y de poco peso, a pesar de las grandes figuras que engalanaban la corrida, ante el segundo toro de su lote.
El tlaxcalteca tuvo varios meses de ausencia a causa de una fuerte cornada en San Luis Potosí ocurrida el pasado 26 de agosto, después de que el toro lo llevó colgado de extremo a extremo del ruedo durante unos momentos muy dramáticos y angustiosos zarandeándolo y prendiéndole de forma muy violenta.
“Soy un torero al que no le gusta quedarse con nada o con la palabra ‘hubiera’ y prefiero apostar aunque en algunos casos esas apuestas salgan caras, a veces viene el percance, la cornada, y uno tiene que asumir que es parte de esto”, dijo Sergio Flores acerca de su cornada.
Y así lo demostró.
El torero mexicano se alzó como triunfador de la cuarta corrida de la temporada 2017-18 en su segunda corrida tras su reaparición en el coso capitalino de la Plaza México.
Sergio Flores salió a por todas. Lo mejor del turno fue el quite por tafalleras y cordobina y media, arrebatado por un Sergio Flores, azabache y mostaza, más que dispuesto a brillar, como se vio en su siguiente turno, con Clavel, entrepelado de Villar del Águila que le tocó en suerte.
En tablas brilló el de Apizaco, ligando molinete y derechazos, subrayando mucha muñeca y cadera, dando cátedra de seriedad en tanda derechista vaciada por alto y una arrucina ligada con pase de pecho. En redondo, cambiando de mano por delante, valeroso, epilogó su tarde con tres bernardinas muy ajustadas que elevaron a Flores al grito de torero, torero, con el que impuso muy en alto con un discutido indulto absurdo. La gente enfebrecida en el frío rotundo de la noche solamente consiguió dos trofeos para el tlaxcalteca.