CDMX.- En México, los factores que marcan las diferencias salariales son muchos: género, localidad, área de trabajo y por supuesto; el grado de estudios.
Sin embargo, de acuerdo al estudio del Banco Mundial: “Higher Education in Latin America and the Caribbean”, en los últimos veinte años, la vida de un profesionista titulado en nuestro País se ha visto afectada de forma importante.
En promedio, un trabajador con estudios superiores terminados gana en nuestros días un salario 34% menor en comparación a un profesionista a comienzos de la década de 2000.
Este impacto salarial también afecta a los que no cuentan con estudios superiores. Aquellos que sólo terminaron la secundaria perciben un ingreso 85% inferior a los que cuentan con un título.
En el caso de las mujeres la situación es preocupante. El mismo estudio dice que una profesionista gana en comparación a los hombres un salario 92% menor.
Resulta preocupante, no sólo que los profesionistas ganen cada vez menos, sino la diferencia salarial basada en el género.
Para los estudiantes mexicanos, el panorama es cada vez menos claro. El acceso a estudios superiores, aunque aún es garantía de contar con la posibilidad de tener una mejor vida (al menos por los ingresos si consiguen empleo de su carrera), cada vez se reduce más.
Para explicar el fenómeno, el Banco Mundial menciona que el porcentaje de egresados en ciertos países aún es reducido, lo que mejora las expectativas de los profesionistas.
Por ejemplo: en Argentina donde el acceso a la educación superior es mayor, el retorno de ingresos para profesionistas es apenas 49% mayor a los que sólo estudiaron la secundaria. Debido a la demanda laboral.
Colombia es la única nación  de América Latina donde los profesionistas tienen un ingreso mucho mayor respecto a los que acabaron la secundaria, de 179%.