Ser otro por un día

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Ser otro por un día

La mirada del otro nos hace existir. Decían los filósofos franceses a mediados del siglo pasado: “El que me ve me hace ser, soy como él me ve”. A grandes rasgos reproducían la necesidad del otro para reconocernos como individuos. 

Actualmente en México existe un proyecto que busca la empatía, colocarte en la mirada de grupos vulnerables, se llama “Ser otro por un día”, y su lema es muy claro: “Atrévete a mirar de frente la discriminación”. Este trabajo de intervención social audiovisual se conforma de tres cortometrajes, esta semana acaban de estrenar el dedicado al acoso contra las mujeres. 

Y no pudo llegar en un momento más adecuado, nuestro País está en una trágica racha de violencia contra la mujer; el caso de los Porkys en Veracruz, el de una mujer que camina en la Condesa y es acosada, el feminicidio expuesto en una canción grupera, mujeres agredidas que describen su infierno en crónicas que ocupan espacio en los diarios de circulación nacional..., tristemente el común denominador de las que se han atrevido a levantar la voz ha sido el de la burla o, aún peor, han terminado agredidas en redes sociales, pasan de víctimas a señaladas. 

El primer cortometraje del proyecto #SerOtroPorUnDía cuenta la historia de una mujer violentada, a través del acoso sexual y laboral. La mirada en primera persona permite notar los detalles, conocer las miradas, situaciones que en palabras de la productora del proyecto, Rosa María Ramírez, “no son extraordinarias, ojalá lo fueran”. 

Aunque es una ficción, la realidad es mucho peor. Ayer por la tarde compartí el cortometraje a través de mis redes sociales, me sorprendió la cantidad de mujeres que escribieron mensajes como “me vi en todas las situaciones”, “típico”, “va más allá de eso”. El problema es que sabemos que existe, ¿cómo detenerlo? 

Hace un par de días leía una terrible crónica en el diario Reforma titulada “Nadie escuchó mis gritos”, era el testimonio de una mujer víctima de violación, afortunadamente los tres agresores fueron detenidos porque ella denunció y acudió a las autoridades. Rescato un párrafo de su texto: “Pero lo más importante, y que he aprendidos gracias a las terapias y a mi familia, fue a entender que no fue mi culpa, a no quedarme callada, a no avergonzarme, y a seguir luchando por la justicia”. 

Eso es lo que hay que hacer, denunciar, no sólo la víctima, también si eres testigo, levantar la voz y “ser otro por un día”. Es necesario reconocer los problemas de otros como nuestros, como sociedad, entender que sólo en la mirada ajena nos podemos construir como individuos.

*El proyecto “Ser otro por un día”, compuesto por tres cortometrajes, es auspiciado por la ONU y la organización UNHATE. Resultó ganador del “Diversity Contest” un concurso a nivel mundial con el objetivo de combatir la discriminación. Síguelos en sus redes, en Facebook y a través de Twitter en la cuenta @serotroporundia.