Usted está aquí
Ser mamá significa ser una ‘todóloga’, relata comerciante de Saltillo
Afuera de la Platería Taxco se pone todos los días bajo la sombrita Miriam Gómez a vender dulces, siempre está con una sonrisa, que se nota a pesar del cubrebocas porque los ojos se le rasgan cuando sonríe.
En su canasta trae dulces, chicles, paletas que ofrece a los transeúntes a cambio de una aportación voluntaria para llevar el sustento a sus tres hijas: Amalia, de 5 años, Nayeli, de 6 años y Lidia, de 8 meses.
Desde hace 5 años camina por las calles del centro histórico de Saltillo para apoyar la economía de su hogar y apoyar a su esposo en la educación y el alimento de sus hijas.
“Mi esposo también trabaja, pero ahora con la contingencia le pagaron su última semana y lo mandaron a descansar pero sin más pago y tampoco le dijeron cuándo va a volver, de repente sale a hacer trabajitos, a arreglarle la moto a los amigos y pues de ahí va saliendo”, cuenta.
Para Miriam ser madre significa ser maestra, chef, costurera, y hasta enfermera en tiempos de COVID-19 aún sin tener estudios, pero sus hijas necesitan de sus mejores cuidados, por eso trata de ser la mejor madre.
“Mis hijos son mi adoración cómo ser mamá de mis tres niñas es lo mejor que yo puedo tener en la vida, aunque a veces es difícil como ahora siempre le echo ganas porque ellas son mi motor”, dice.
Hoy probablemente va a festejar solamente con un pastel, pero asegura que el mayor regalo es estar junto a sus tres pequeñas y que todos en su familia gozan de buena salud en medio de la pandemia.