Mucho se ha dicho ya sobre el desabasto de gasolina que está viviendo el País, existen diferentes opiniones sobre las acciones tomadas por el Gobierno en turno contra el robo de combustible, conocido como huachicoleo. Se estima que el costo del robo del combustible desde el 2016 es en promedio de 7.6 mil millones dólares, lo que influye directamente.

La consultora británica Oxford Analytics dio a conocer un documento en donde señala que el cerrar los ductos de Pemex no podrá resolver a largo plazo el problema del robo de combustible, solamente lo harán medidas anticorrupción y cambiar las percepciones de la ciudadanía acerca del mercado negro. Es decir, que el consumidor, el ciudadano de a pie, pueda comprender las consecuencias directas que tiene comprar algún producto robado, ser honesto.

En el lugar donde vivo hay una gasolinera que siempre está llena, aun antes de los cambios de la reforma energética, donde todas las gasolineras se llamaban igual, tenían el mismo logotipo y costaban lo mismo. Por tanto, sería hasta tonto formarse en un lugar donde te van a dar y va a costar lo mismo que en otro. Sin embargo, pasaba.

¿Cuál era la diferencia? El slogan era “la honestidad nos distingue”, y en cualquier momento podías pedirle al despachador que llenara un recipiente de un litro para saber si realmente te estaban dando el litro que estaban dando. Está demás mencionar que produce mayores ganancias esta gasolinera en cuestión o las otras.

Imaginemos un taxista, su utilidad depende de cuánto le rinda la gasolina y sobre todo que obtenga lo justo por su dinero. Si le cargan menos de lo que paga, empezará mal su día y probablemente quiera cobrarle más a sus clientes para poder recuperar ese dinero, y estos clientes que se sintieron que les cobró demás el taxi querrán hacer lo mismo el resto del día. En resumen, tenemos aquí cómo afecta la corrupción en la vida cotidiana de todos, y genera círculos de “el que no tranza, no avanza”. En cambio, si le da la cantidad que pagó en gasolina podrá romper este círculo.

El fin de semana encontré, paseando con mi familia, un lugar de helados, que se llamaba así: “Helados Honestos”, toda su estrategia de mercado estaba en la idea que sus helados eran honestos al ser orgánicos y estar hechos con productos de verdad, y no con conservadores o saborizantes artificiales. Cabe mencionar que el lugar tenía más clientela que los demás.

En México estamos sobrediagnosticados sobre el hartazgo y la apatía política de hace ya varias décadas, me atrevo a decir. La Encuesta Nacional de Cultura Política y Prácticas Ciudadanas (ENCUP), la cual se realizó por primera vez en el 2001, donde el 54 por ciento de la población dijo no interesarse en ayudar a resolver algún problema dentro de su comunidad. En la última realizada en 2012 se encontró que el 44 por ciento de la población encuentra que para trabajar en una causa en común, resulta difícil o muy difícil organizarse con otros ciudadanos.

En otras palabras, para tener cambios sostenidos en nuestro País, hace falta tener empresas y consumidores conscientes de la importancia de la integridad en las acciones diarias, y cómo eso nos beneficia a todos a largo plazo. Ser ciudadanos de tiempo completo y asumir nuestro rol en la toma de decisiones públicas para resolver los problemas que nos afectan a todos.

Hagamos una apuesta y una inversión en la educación cívica.

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