Usted está aquí
Ser alcalde, oficio de alto riesgo en México
MÉXICO.- Ante el reciente asesinato de la alcaldesa de Temixco, Gisela Mota, los ediles y colaboradores de la Asociación de Autoridades Locales de México, AC (AALMAC) exigieron al gobiernos federal y estatales, protección para los munícipes en todo el país.
AALMAC dio a conocer que el atentado contra Mota se suma a una larga lista de agresiones contra ediles de casi 100 municipios y mil funcionarios municipales en la última década.
“Estos hechos, principalmente a manos del crimen organizado, siendo urgente la acción de gobierno para frenar esta oleada de violencia”, detallaron en un comunicado.
Al reprobar el hecho, señalaron que es una “importante llamada de alerta”, que obliga a trabajar de manera conjunta, y replantear las estrategias en seguridad, a fin de garantizar la gobernabilidad en el país, pues de ello depende el que se brinde la paz que los mexicanos demandan.
La AALMAC pidió castigo para los responsables del homicidio de la alcaldesa, así como para los participantes en atentados contra autoridades locales.
ALTO RIESGO
Ser alcalde en México implica un alto riesgo. Intimidaciones con amenazas de muerte, extorsiones, víctimas de atentados o ejecutados, así viven el día a día.
Si un munícipe coopera de manera obligada o por interés propio con una organización criminal, puede ser levantado por un grupo antagónico.
Para poder operar, el crimen organizado requiere de las autoridades municipales, quienes en vez de denunciar acceden ante la intimidación de los líderes criminales; incluso en ocasiones las propias policías locales sirven como informantes o brazos ejecutores de la delincuencia.
LOS EJEMPLOS
La alcaldesa de Tlacojalpan, Veracruz, Marisol Mora Cuevas, quien el 28 junio de 2012 fue encontrada sin vida en la carretera federal 145 en el tramo Sayula de Alemán-Loma Bonita, en Oaxaca. Según los primeros reportes, Mora Cuevas había sido levantada cuatro días antes por un comando armado que ingresó a su domicilio.
En noviembre de ese mismo año, María Santos Gorrostieta Salazar, alcaldesa de Tiquicheo, Michoacán, fue hallada sin vida y con huellas de tortura en el municipio de Cuitzeo.
La perredista ya había sido víctima de atentados; el 1 en octubre de 2009 cuando un grupo armado disparó con su vehículo en la comunidad de El Limón; ahí murió su esposo. En enero de 2010 la alcaldesa sufrió otro atentado cuando hombres armados la emboscaron en Ciudad Altamirano, Guerrero.
El alcalde interino de Nahuatzen, Michoacán, Wilfrido Flores Villa, del PRI, también fue víctima mientras comía en un restaurante de Pátzcuaro, en febrero de 2013.
Ygnacio López Mendoza, entonces edil de extracción perredista de Santa Ana Maya, Michoacán, fue encontrado muerto el 7 de noviembre de 2013 en un aparente accidente automovilístico sobre la carretera Acámbaro-Iramuco, en Guanajuato; el edil había sido secuestrado un día antes por un grupo armado en su domicilio.