Sequía y cambio climático

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Sequía y cambio climático

¿Hace cuánto no llueve? ¿Por qué está tan seco? Son preguntas que empiezan a ser frecuentes en los últimos días y es que después de tan fuertes incendios forestales que se han presentado, no solo en Coahuila sino en todo el país y las altas temperaturas en primavera, nos preguntamos ¿cuándo va a llover?

 

Pues los pronósticos no son alentadores. CONAGUA presenta información sobre la perspectiva de precipitación acumulada mensual que calcula con un promedio de lluvias desde 1981-2010, para tomar como base ese promedio y medir que tanto se aproximan los pronósticos de lluvia de cada trimestre.

 

Según la información actualizada al mes de abril de este año, el pronóstico marca que lloverá 34% menos de lo esperado a nivel nacional. En los estados del norte la situación es más compleja, ya que por sus condiciones naturales desérticas la sequía se agrava más. En Coahuila la perspectiva de lluvia promedio esperada es de 21.3 mm mensual pero los pronósticos anuncian que sólo lloverá el 39.9% de eso, es decir 8.5 mm mensuales, visto desde otra perspectiva: lloverá 60% menos de lo esperado. Esta anomalía deja el porcentaje muy por debajo, no solo de este año si no de al menos los últimos cinco. 

 

En abril del año pasado en Coahuila llovió 73% de lo esperado, si bien no se alcanzó el cien del promedio, la brecha no fue tan grande, como lo que se vislumbra para estos próximos tres meses. 

 

La sequía es una cara de las consecuencias del cambio climático, una muy grave, que atenta contra la seguridad alimentaria -de nuestro país y de todo el mundo-, agrava las plagas y los incendios forestales, y encarece las oportunidades de desarrollo sostenible e igualitario.

 

El futuro del agua y la capacidad de adaptarnos frente a los efectos del cambio climático dependerá de un manejo inteligente y verdaderamente sustentable, un gran reto que se tiene a nivel mundial, nacional y local, que debe expresarse clara y operativamente en la política púbica nacional para la sequía y reflejarse en el campo y hogares de los mexicanos. Por lo pronto, en lo que las lluvias llegan, es imprescindible ahorrar agua, hacer más eficiente su uso a nivel doméstico e industrial.