Me dirijo a usted a través de este Medio de Comunicación, para informarle, ayudarle, orientarle y comunicarle todo lo relacionado con la Cultura, particularmente en lo que atañe a Nuevo León y el por qué considero un desacierto de su parte el haberle quitado el 38% (más de 100 millones de pesos) del presupuesto a este rubro, y el porqué, más que quitarlo, debió usted aumentarlo.

Hablar de Cultura es un tema amplio, pero avalándome en que a usted fue insistente durante su campaña en que no le gustaba leer, trataré de ser breve, directa y objetiva.

La Cultura y la Educación van de la mano. Y aunque usted ha comentado que estudió una Ingeniería, déjeme decirle que para el desarrollo intelectual, emocional, social y creativo de un ser humano, no basta con tener educación, también es necesario formar parte de una cultura, preservarla, transmitirla, apoyarla y promoverla.

Nuevo León necesita dinero para la cultura, ¿para qué?, dirá usted, le contesto que principalmente para quitarnos lo ignorantes, quitarle o disminuirle al nuevoleonés ese sentir que manifiesta continuamente de no sentirse parte de este país. Motivo por el que los nuevoleoneses suelen viajar más hacia los Estados Unidos y Europa, y rara vez hacia el sur de México.

¿Recuerda cuando usted vivió en Puebla?, ¿se acuerda cuando me comentó en aquella entrevista en su casa todo lo que usted le aprendió a los indígenas zacapoaxtlas?, ¿recuerda lo orgulloso que dijo sentirse por haber convivido con los indígenas de nuestro país?, ¿recuerda aquella frase que me dijo que nosotros estamos para aprenderles y no para enseñarles?, ¿recuerda usted todo lo que les aprendió?

¿Recuerda usted cuando dio clases unos meses en la destacada Universidad Autónoma  Metropolitana, campus Xochimilco?

¿Recuerda usted ese compromiso que sintió con los jóvenes al saber que tenía usted en sus manos el futuro de sus alumnos?, ¿la responsabilidad inherente de mostrarles lo mejor de México, de la educación y de las materias que usted impartía?, ¿recuerda ese sentimiento de responsabilidad académica y social de orientar a los muchachos para que fueran mejores mexicanos, excelentes estudiantes, grandes profesionistas?, ¿verdad que valoró mucho esa oportunidad y también valoró enormemente la experiencia vivida en Libres, Puebla?

Una pregunta, señor Gobernador, ¿ya perdió ese sentimiento de responsabilidad?, ¿esa enorme carga de tener en sus manos el futuro de tanta gente, tantos jóvenes, tantos niños, como los que tuvo usted recientemente en su despacho?, ¿todavía siente ese deseo de ayudar y mejorar su estado y su país?

¿Entonces por qué nos quita dinero para la Educación?, porque quitarle dinero a la Cultura, señor  gobernador, ¡es quitarle dinero a la Educación!

Y un país, una sociedad, un estado, sin Educación y sin Cultura, está destinado al fracaso.

Ante su afirmación de haber leído únicamente el libro vaquero, le comento con todo respeto una anécdota histórica que si usted ya conoce, le pido me permita recordarle.

¿Sabe usted quién fue Winston Churchill?, fue el Primer Ministro británico que salvó al mundo de que la Segunda Guerra Mundial fuera más allá de lo que fue. Gracias a su alianza con las Potencias del Eje (Norte de Europa y Rusia) y con los Estados Unidos, pudieron derrotar a los alemanes y terminar con Hitler y su desmedida ambición de poder -estilo Napoleón Bonaparte- para  adueñarse del mundo y seguir matando judíos, negros y todo aquel que no tuviera la piel blanca y no fuera de la “raza aria” (alemanes).

¿Se imagina usted a Hitler en México?, no pues nos hubiera llevado la chingada, ¿no cree?, pues aquí casi todos somos morenos, morenos-aperlados, mestizos (cruce de españoles, ingleses y franceses con mexicanos) y de ascendencia Mexica y Olmeca yo, y Chichimeca usted.

Gracias a Dios los proyectos de Hitler se fueron al caño, éste se suicidó antes de que lo agarraran, como buen cobarde que era, pero desgraciadamente los que la pagaron peor fueron los 6 millones de judíos que este maldito líder negativo asesinó, así como los 246 mil inocentes campesinos japoneses de Hiroshima y Nagasaki, que murieron cuando los gringos soltaron la bomba atómica el 6 de agosto de 1945, hecho con el que terminó esa horrible Guerra.

Pero volviendo al gran pensador y estadista, Churchill, que evitó que Hitler invadiera el Reino Unido, y con ello Estados Unidos, México y Latinoamérica, deje le cuento la anécdota conocidísima sobre éste.

En plena época del conflicto armado, un miembro del gabinete económico de Churchill se le acercó para decirle:

"Señor Primer Ministro, se ha decidido retirar por completo el presupuesto que se tenía para la Cultura”. Churchill preguntó la razón de dicha medida, y la respuesta que le dieron fue que “el presupuesto que se le dedica a la Cultura es muy elevado y en este momento se requiere ese presupuesto para la guerra", ante lo cual Churchill respondió indignado: “¿Pretenden quitarle presupuesto a la cultura? ¡Entonces para qué estamos peleando!".
 
Señor Gobernador, Jaime Rodríguez, le informo y le comento, por qué Nuevo León necesita dinero para la Cultura-Educación.
 
Recordemos: Las Bellas Artes son seis más una: Arquitectura, Danza, Escultura, Música, Pintura, Literatura y Cine.
 
En Monterrey y en varios municipios se desarrollan estas artes, esto desarrolla a su vez la cultura de los pueblos, la cultura popular y la identidad de un estado, un país, una nación.
 
Nuevo León tiene una identidad que sobresale de entre el resto del país: la industrial y empresarial, pero se han hecho grandes esfuerzos por reconocer lo que genera el propio estado: música, danza, teatro, pintura, etc, para ensalzar el talento de los nuevoleoneses y llevarlo a cada rincón del estado y adentro y fuera del país.
 
¡No nos quite dinero para la Cultura!

Tenemos Festivales de Teatro a nivel nacional, tenemos y generamos Cine, hay mucho talento en el estado en este rubro; jóvenes y veteranos. Tenemos un Festival Internacional de Cine, ¿lo sabía usted?
 
Tenemos una Feria Internacional del Libro, a la que usted no fue. No sabe de lo que se pierde, señor gobernador. No. No sabe.
 
Tenemos también a tres de los más importantes dramaturgos del país: A Hernán Galindo, Luis Martín y Hernando Garza. ¡Cuídelos, que no se nos vaya, que no se nos mueran, que no dejen de producir tanto teatro en la entidad!
 
Tenemos grandes pintores, unos muertos y otros vivos, pero que hay dejado un importante legado en la entidad, como Héctor Carrizosa, Federico Cantú, Enrique Canales, Julio Galán, Cuauhtémoc Zamudio, Guillermo Ceniceros, Saskia Juárez, Martha Chapa, por nombrar a los más destacados del siglo XX.
 
Tenemos escritores, jóvenes, viejos ¡y los que vienen! Margarito Cuéllar, Leticia Herrera, Felipe Montes, Hugo Valdés, Arnulfo Vigil, David Toscana, Gabriel Zaid, Adriana Cisneros Garza, ¡y muchísimos jóvenes que vienen empujando duro en las letras!
 
En cuando a Danza y Ballet Clásico, tenemos en la entidad la Escuela Superior de Música y Danza que es la escuela oficial del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Le informo, si una niña o varón quieren estudiar la licenciatura en Ballet Clásico, ¡tienen que vivir en Monterrey! Y la carrera dura 9 años, pregunte si no me cree.
 
El Tecnológico de Monterrey y la UANL, han aportado ¡enormemente! en Teatro y Danza, le comento, en el ITESM estudié una especialidad de 10 semestres en Historia, Arte y Literatura, pregúnteme lo que usted quiera saber de lo que sea. Y no estudiamos para uno mismo, estudiamos para dar, para aportar, para compartir, para preservar la Cultura, nuestra Historia y ayudar a nuestro estado y país en estas áreas.
 
La UANL tiene una Secretaria de Extensión y Cultura y dentro de ésta una Dirección de Publicaciones ¿y sabe usted quién es el que la dirige?, el Doctor en Letras, José Celso Garza Acuña, hijo del historiador nuevoleonés Celso Garza Guajardo. ¡Gran aportación ha hecho Pepe Garza a las letras en Nuevo León!
 
Le aplaudo haber puesto a Héctor Jaime Treviño Villarreal en el Archivo del estado, quien además ya fue delegado del INAH en la entidad y un ¡enorme! conocedor de nuestra historia regional, como lo es don Israel Cavazos y uno que otro que venimos empujando duro para preservar nuestro arte, culturas populares e Historia.
 
¿No lo gusta Conarte? ¡Pues quítelo!, ha sido la cuna de abusos salariales, pero entonces ponga en su lugar una Secretaría de Cultura.
 
¿Quiere ser un gobernador diferente? Pues empiece usted como el primer gobernador en crear una Secretaría de Cultura en el país. Pregúntele a Mauricio Fernández Garza, somos algunos cuantos los que apoyamos este proyecto para englobar todas las artes de Nuevo León a través de una sola entidad gubernamental que abarque inclusive la preservación de nuestra Historia.
 
¿Conoce usted Boca de Potrerillos?, ¿el Museo de Mina?, ¿la Hacienda del Muerto?, ¿no? Pues lo conmino a que vaya, ¡pero que vayan todos los niños y jóvenes de Nuevo León!, ¡con todo y sus padres! Le invito a que conozca nuestra propia cultura regional, nuestros vestigios nómadas y sedentarios de la prehistoria en la entidad.
 
Perdone, ya me alargué.
 
¿Nuestra música? ¡Qué cosa más bella! ¿Se imagina usted un Festival Internacional del Acordeón?, ¿de música regional?
 
¿Sabía usted que en la huasteca veracruzana hay un Festival Internacional Huasteco?, ¿sabe que vienen de Nueva Zelanda, Japón y Corea a competir en ese festival?, ¡no sabe usted qué chulada!
 
Gobernador, no mate la Educación a los jóvenes.
 
Hay que conservar lo nuestro, promoverlo, preservarlo.
 
Lleve nuestra cultura a Japón, a Corea, a China, verá que llamamos la atención y se nos viene encima una inversión extranjera importante. ¡Presuma Nuevo León!
 
Haga intercambios culturales con los Estados Unidos, con Brasil, ¡con la Colombia de García Márquez!
 
Si a usted nunca la ha gustado la Cultura, pues ya es hora de que le guste.

Le cambio su “No quiero”, por un “Sí quiero”.
 
Yo le diría que con todo gusto le ayudo a desarrollar un importante proyecto cultural para Nuevo León, pero ya sé que usted me odia por haberlo llamado “halcón” y yo estoy enojada con usted por haber agredido a mis compañeros reporteros en la Arena Monterrey en su cierre de campaña.
 
Pero independientemente de que usted me odie y de que yo esté enojada con usted y lo llamé “halcón martinezdominguista”, usted debe hacer lo suyo, ¡y hacerlo bien!
 
¿Sabe usted que Conarte, la Sep y Conaculta me becaron para estudiar en Monterrey “Culturas Populares” durante un año y medio?, ¿y que tuve por maestros a los mejores antropólogos del INAH y sociólogos del Colegio de la Frontera Norte? Sí, me prepararon y el gobierno federal me otorgó una Certificación como Promotora Cultural Binacional.
 
Sí, señor. Estoy bien preparada, ¡mucho!, tengo todas las credenciales para ayudar a mi país a salir adelante y dar lo mejor para hacer mejor nuestro estado.
 
Usted me prometió que contrataría a los mejores, a los más chingones, a los “dieces” de Nuevo León, porque usted no fue de dieces en la escuela.

¡Pues hágalo!

La grandeza de Nuevo León está en su gente y en sus grandes proyectos. Y para eso, se necesita dinero.

Quitarle dinero a la Cultura es quitarle dinero a la Educación.

Usted dijo que quiere que sus hijos estén orgullosos de usted.

Pues por ese enorme reto y deseo suyo le invito a que lea, compre libros, ¡los que usted quiera pero lea! Vaya a museos, vaya al Cascanueces, ahora en Navidad, en el Teatro de la Ciudad, es un maravilloso espectáculo de ballet clásico donde los pequeños son los que más se divierten. Se lo garantizo. No se arrepentirá.

¿Qué a usted no le gusta? Pues, discúlpeme Gobernador, ¡pero le tiene que gustar! Ahora le tiene que entrar, y culturizarse usted mismo forma parte de su propio crecimiento humano y espiritual.

Esa es la función más grande del Arte: enaltecer los sentimientos del ser humano.

Cambie, Jaime. Quizá ni usted ni yo logremos ser nunca un Churchill, quítese el mote de Bronco, no lo sea tanto, no es necesario. Necesitamos un gobernador de altura.

Cuando usted conozca la historia completa de Severiano Briseño, le haga reconocimientos, vaya a un concierto de Celso Piña y siga aportando dinero para los chicos que realizan el arte urbano (graffiti y murales) que tanto apoya el maestro Cuauhtémoc Zamudio, usted va a entender por qué se necesita dinero para la cultura.

Cuando usted escuche a Vivaldi, Franz Liszt y a Pavarotti por gusto, y por qué no, pudiera acostumbrarse algún día escuchar el sonido de un piano, de un cello, del violín –además del acordeón-, dentro de su propia casa, le aseguro que usted podría cambiar en mucho como persona, y para bien. La música, la literatura, y el arte per se, hacen cosas grandes en el espíritu del ser humano.

Y al cambiar usted, al abrirse al Arte y a la Cultura, usted tendría el conocimiento y el poder de cambiar enormemente, y con todo respeto se lo digo, el futuro de sus hijos, de los míos, de cientos de jóvenes y niños nuevoleoneses que merecen una educación excelente y una cultura vasta, para sí mismos, y para compartirla con los demás.

Por todo esto, Gobernador, y al enterarme que usted le quita dinero a la Cultura, le hago una pregunta:

¿Usted le quitaría a uno de sus hijos uno de sus libros que llevan en la mochila, para que no les pese más y no tengan que cargar?, ¿no? Entonces no le haga esto a Nuevo León, porque lo que usted haga por Nuevo León, también lo está haciendo por sus hijos.

Comience en su casa, Jaime. Comience por usted para que nos vaya bien a todos.

Y discúlpeme, pero usted lo sabe mejor que nadie, Nuevo León, no puede esperar más.