Por Marta Martínez Aguirre, Familias.com

Últimamente, es muy común observar cómo las parejas invierten grandes cantidades de dinero a celebrar su boda, pero pocas invierten recursos para mantener el amor encendido.

La APA (American Psychological Association) ha realizado una serie de estudios con parejas y han concluido que hay ciertas señales que anuncian la posible ruptura del matrimonio. Según una encuesta realizada por la Universidad Clark, se encontró que el 86% de más de 1.000 jóvenes estadounidenses encuestados, todos entre 18 y 29 años de edad, esperan que sus matrimonios duren para toda la vida. Sin embargo, los expertos han visto que un 50% de los matrimonios terminan. "Hoy en día, tenemos una idea bastante buena de lo que es probable que para un buen matrimonio", afirma Brook Arthur Aron. A partir de estos estudios, comparto contigo algunas posibles razones por las cuales muchos matrimonios no perduran hoy en día:

1. Nivel bajo de estudios, inmadurez y paternidad previa

Estas son las tres variables demográficas, que más inciden para que un matrimonio no perdure. Las mujeres universitarias tienen más probabilidades de celebrar 20 años de casadas, que las mujeres con niveles más bajos de estudio. La madurez emocional es también un aspecto fundamental, por lo que las parejas adolescentes suelen tener menos oportunidades de consolidar un matrimonio que las de mayor edad. Con respecto a la paternidad, siempre será mejor que suceda luego del casamiento, ya que de esta forma afianza más los vínculos entre la pareja, no así en todos los casos en que son padres antes de tiempo.

2. Niveles altos de estrés

Este es uno de los factores que más influyen en el desgaste de la pareja y que suele acabar con los matrimonios. Esto se debe a que cuando se pasan largos periodos de estrés, se invierte menos energía en el cuidado y atención a la pareja (Journal of Family Psychology, 2012). Sólo sobreviven a esta situación aquellos matrimonios que han construido un entorno acogedor que les da sostén en tiempos de crisis. Es por esto que es esencial contar con un grupo de familiares y amigos cercanos a los que se pueda acudir, ya sea para divertirse juntos o para tener un apoyo en momentos difíciles como enfermedades, crisis financieras, etc.

3. Falta de recursos económicos

De acuerdo con algunos investigadores, las parejas que no tienen una base financiera estable antes de casarse, tienen un 70% de probabilidades de fracasar a los tres años de casados. Si este es el caso, apoyarse en tiempos de crisis es lo mejor que pueden hacer, pero si de lo contario comienzan con los reproches, en vez de establecer juntos un plan de acción incrementarán las posibilidades de acabar cada uno por su lado.

4. Creer que con el anillo alcanza

Las parejas que trabajan cada día por mantener el fuego encendido, perduran más que aquellas que creen que con casarse ya está dicho todo. Pequeñas afirmaciones cotidianas pueden ser elementos esenciales para que el matrimonio dure toda una vida, por lo que pequeños detalles como dejar notas de amor en la lonchera de tu pareja, cortar unas flores del jardín o brindarle una sorpresa, se transforman en gestos de amor que cimientan las bases del matrimonio. Celebrar los triunfos y logros del cónyuge es muy importante, ya que incrementa el sentimiento de sentirse valorado.

5. Discusiones constantes

Estas situaciones son verdaderas dinamitas que menoscaban el amor. Las parejas que logran comunicarse con ternura y amabilidad son capaces de expresar sus diferencias sin herirse, por lo que consiguen relaciones que duran una eternidad. Las críticas constantes, los insultos y las desvalorizaciones no solo merman la autoestima del cónyuge, sino que también acaban mutilando el amor.

No creas que por tener una boda maravillosa tu matrimonio va a durar para siempre, es preciso trabajar mucho para que esto suceda. Si bien estar juntos no es suficiente, es el paso inicial para querer estarlo una eternidad. El amor que perdura es aquel que lleva tiempo, esfuerzo y deseos de que funcione, no dejes que alguna de estas señales titile en tu matrimonio y si sucede, actúa para que no seas una estadística más.