Sólo dos días les duró a los senadores  el #TuppersChallenge, una “iniciativa” que promovía la austeridad con el objetivo de reducir gastos en el Congreso en la cual iban a laborar en el salón de sesiones, ahora sin botanas, sin meseros ni colaboradores que les llevaran y les lo que se les antojara.

De hecho, el pasado lunes, el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Martí Batres, se pronunció por el #TuppersChallenge en el que demostró que él lleva comida de casa para comer en su oficina y no cargarle los gastos al Senado.

Pero este miércoles la Junta de Coordinación Política (Jucopo) aprobó un acuerdo para que cuando las sesiones se prolonguen por más de cuatro horas, los senadores cuenten con una barra de alimentos que incluye frutas, semillas y bebidas especiales.

El costo de dicha barra no podrá exceder los seis mil pesos; además los senadores no contarán con edecanes, ni meseros, sino que ellos mismos bajarán a un salón que existe debajo de sus escaños por los alimentos y regresarán a sus lugares y con ello apoyar el plan de austeridad del presidente electo Andrés Manuel López Obrador.