Semáforo policromado

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Semáforo policromado

Pero es una constelación de regiones. El centro, la siderúrgica, la carbonífera, la desértica, la fronteriza, la lagunera...

Y cada una tiene su peculiar situación pandémica.

Quizá haya algo de rojo, por allá andan en anaranjado, por acá en amarillo y, en términos de federación, ya dicen que está verdeando el “siga” porque urge ir a la escuela.

Coahuila es Estado extenso que no es fácil catalogar como de un solo color cuando parece estar encendido un semáforo policromado que lo mismo grita “alto”, que “precaución” o “adelante” Es un frutero en qué hay betabeles, naranjas, plátanos y chile verde.

VACUNADO POR ENTREGAS

No parece carrera olímpica sino paso de procesión. Los matemáticos calculadores más optimistas ya dicen que el 21 será -todo él- año de piquetes y que en el 22 se irá dando la tan cacareada “nueva normalidad”.

Porque se está levantando, ladrillo a ladrillo, el muro de la inmunidad ante un virus en retirada. Ante los probables descuidos vacacionales, sueña el SARS-CoV-2 un acelerón -con nuevas variantes- que lo ponga en cresta de tercera ola.

¿SILLA O TOQUE ELÉCTRICO?

Parece que se juntaron ambos polos, el nacional y el extranjero, el público y el privado, el del servicio y el del negocio, el del saqueo y el del ahorro, el de la pomadita y el de la cirugía.

Y chispea primero la discusión, luego el debate y parece encauzarse el litigio. Puede quedar en choque y toque o llegar hasta silla eléctrica para contratos y empresas succionadoras. Energía barata y propia y suficiente para todos es el enfoque para bien común y que no paguen más por la luz los que menos tienen.

RAMOS DE DOMINGO

Ellas van con su tenderete de banqueta.

Palmas que trabajaron con arte trenzando, atando u cruzando, y otras desplegadas en su naturalidad. Son las vendedoras del Domingo de Ramos. Se extrañarán de una asistencia menguada a los templos.

Solo la gente generosa puede lograr que tengan una buena venta: “Deme tres de esas más grandes” “Son treinta pesos” “Toma este billete de cincuenta y no me des feria”. Y solo se baja la dama del automóvil a comprar. Ya está cubierto el cupo sanitario en el templo. Se lleva la señora las palmas para ponerlas en las ventanas o en la puerta.

Se cambian horarios para hacer accesible la conexión. Habrá celebración episcopal televisada. Todos podrán sintonizar y celebrar la Semana Santa desde casa.

SIFÓN MIGRATORIO AL REVÉS

Se dan los dos niveles.

El de opulencia y el de indigencia. El de seguridad y el de fragilidad, el de abundancia y el de carencia. No solo los expulsa la situación de inseguridad sino los atrae lo amplio y pleno que ya muchos viven. Es como la ley natural. Como el agua, por cauce vacío corre, atraída por la gravedad. Así la gente del sur, en gravitación inversa, recorre, migrante, todos los riesgos para humanizar su vida en las suficiencias del norte.

El rumbo es ahora hacia la igualdad y hacia el respeto a la dignidad y derechos humanos, en ese dinamismo de supervivencia sostenido por la prioridad que tiene el derecho universal al uso de los bienes, antes que cualquier derecho de propiedad…