Selfis a vista de pájaro

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Selfis a vista de pájaro

Imagen de un joven extrayendo la cámara de su carcasa donde se puede cargar. Foto: AirSelfie Holdings Ltd London
Una minicámara voladora que se controla a distancia mediante el teléfono móvil y se guarda en el bolsillo, permite hacerse selfis desde el aire.

¿Le gustaría hacerse una foto con su grupo de amigos y que los incluya a todos sin renunciar al panorama que los rodea?.  

Tras popularizarse en todo el mundo, y después de años de ser efectuados con la ayuda de palos o soportes, los selfis se disponen a levantar vuelo,   sin las limitaciones de los anteriores sistemas.

La nueva herramienta para hacernos fotos y videos desde distancias y perspectivas imposibles hasta ahora, es una cámara compuesta por cuatro motores de turbohélice y una cámara de video de 5 megapíxeles de resolución, alojados en una carcasa de aluminio anodizado.

Este dispositivo denominado AirSelfie, pesa 61 gramos de peso con unas dimensiones de 67.4 por 94.5 por 10.6 milímetros.

Esta cámara puede volar a más de 20 metros de altura y, cuando no está siendo utilizada, se guarda junto con el móvil (poniendo un dispositivo encima del otro) dentro una funda rígida especial, compatible con las marcas más populares de teléfono, que también sirve para recargar la cámara voladora en 30 minutos.

EL BUEN DESPEGUE DE LA CAMARA VOLADORA

Este aparato que se complementa con el 'smartphone', ha despegado con viento a favor, ya que la campaña de microfinanciación por internet (crowdfunding) emprendida para recaudar fondos e iniciar su producción, alcanzó un rápido éxito.

La perspectiva de poder tomar imágenes mediante una cámara que se desplaza por el aire o permanece fija sobre nuestra cabeza, despertó el interés de miles de usuarios de más de 90 países, que aportaron al proyecto más de 600,000 dólares en alrededor de un mes.

La iniciativa se volvió viral en Internet, los desarrolladores de la AirSelfie vieron superada su meta inicial de recaudar 50,000 dólares en 72 horas y recibieron los pedidos de 1.000 cámaras voladoras en diez días de ‘crowdfunding’. Acaban de anunciar que  las primeras entregas comenzarán el próximo mes de julio.

Un grupo de jóvenes se hacen un selfi con la cámara dron. Foto: AirSelfie Holdings Ltd London

"Trabajamos duro para crear un producto que pueda usarse para vivir una experiencia totalmente nueva", señalan Edoardo y Marco Stroppiana,  cofundadores de la compañía AirSelfie Holdings, con sede en Londres (Reino Unido) y oficinas en Milán (Italia) y Hong Kong (China).

Los hermanos Stroppiana (www.airselfiecamera.com) creen que la microfinanciación fue exitosa porque “AirSelfie es una manera curiosa e innovadora de tomar fotos con teléfonos inteligentes y puede llevarse con el móvil gracias a la cubierta que mantiene juntos a los dos dispositivos”,  explican a Efe.

“AirSelfie tiene su propia aplicación (app) para conectarse con el ‘smartphone’ y es tan ligera y pequeña que puede llevarse a todas partes y en cualquier momento, con lo que nuestra visión de las prestaciones y tecnología de esta cámara coincide con la de quienes nos han financiado”, señalan los Stroppiana. 

Las micro-turbohélices de la cámara son los más pequeñas y potentes fabricados hasta ahora, y posibilitan que el aparato vuele de un modo estable y fluido y que pueda agarrarse con la mano en el aire con facilidad, de acuerdo a sus creadores.

Añaden que la cámara también dispone de un avanzado procesador, un sistema de absorción de vibraciones y mecanismos estabilizadores de vuelo, que garantizan que las imágenes que toma sean estables, claras y fluidas.

La funda de la AirSelfie contiene una batería que permite recargar la cámara voladora en 30 minutos al introducirla en su interior, aunque también puede ser recargada a través de un cable microUSB o de un banco de energía, tiene el mismo tamaño de la funda y permite más de veinte recargas dándole una autonomía de vuelo de 1 hora en total.

Desde el móvil se puede dirigir la cámara y también nos da unas imágenes previas de cómo quedará la fotografía o el vídeo. Foto: AirSelfie Holdings Ltd London

FUNCIONAMIENTO SENCILLO

“El usuario solo tiene que extraer la cámara de su funda o banco de energía y, al encenderla, se conectará automáticamente vía WiFi con su teléfono móvil, desde donde podrá comandarla por medio de una ‘app’”, según los Stroppiana.

La ‘app’ permite controlar a distancia los movimientos y las funciones de la cámara, pulsando en la pantalla táctil del ‘smartphone’, como si fuera un joystick o palanca de mando virtual, explican.

Una vez que se ha encontrado una posición para disparar una foto, la cámara se queda inmóvil flotando en el aire y genera una vista previa de la imagen la cual se visualiza en la pantalla del móvil, lo que posibilita reposicionarla repetidamente mediante la ‘app’ hasta dar con el punto y ángulo de disparo ideales.       

La cámara puede elevarse directamente desde la palma de la mano del usuario y, una vez en su posición elegida, dispone de una función de temporizador, según sus desarrolladores.

El aparato puede “aterrizar” de vuelta  o ser agarrado en el aire después hacer una foto, aseguran.

Imagen de la cámara subiendo al activarse sus cuatro rotores dispuesta para hacernos fotografías o vídeos. Foto: AirSelfie Holdings Ltd London

También posibilita efectuar hasta diez tomas consecutivas y trasmitir vía WiFi, y al instante, las fotos o vídeos registrados al teléfono móvil, desde donde pueden ser subidas de inmediatos a las redes sociales, mediante la ‘app’ de AirSelfie. 

DESTACADOS:

-- Cuando está volando, la cámara AirSelfie se controla mediante una 'app' del teléfono móvil, donde se visualizan imágenes previas de la foto que se va a tomar, ayudando a situarla en la posición de disparo ideal, según sus creadores.

Vista de los rotores del AirSelfie, la cámara que funciona como un pequeño dron y que cabe en la mano. Foto: AirSelfie Holdings Ltd London

-- “Después de usarla, la cámara voladora se guarda junto con el móvil dentro una funda rígida especial, que también permite recargarla en 30 minutos”, explican a Efe sus creadores, los hermanos Edoardo y Marco Stroppiana, desde Londres.

-- La perspectiva de poder tomar imágenes mediante una cámara que se desplaza por el aire o permanece fija sobre nuestra cabeza, despertó el interés de miles de usuarios de más de 90 países, que aportaron al proyecto más de 600,000 dólares en alrededor de un mes.

Por Ricardo Segura/EFE-Reportajes