‘Selecciones del Reader’s Digest’. 75 años

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‘Selecciones del Reader’s Digest’. 75 años

Mi hermana la mayor, una de las dos mayores, María Cervandina Cedillo, un día enfermó. Le dio un “mal aire”, dijo mi mamá en ese entonces. Al parecer, había salido recién bañada a la calle, es decir, a la escuela y por ello, le dio ese aire insano. ¿Qué le pasó? La boca se le cambió de lugar. Le dio una especie de parálisis facial de la mitad de su hermoso rostro y su expresión era, para decirlo con Stieg Larsson, una sonrisa retorcida. Amén de atiborrarla de vitaminas, le dijeron de la necesidad de ir cada tercer día a terapias faciales de agua y vapor a un consultorio o centro de salud del cual mi memoria ya no guarda su lugar exacto. 

Poco a poco y conforme fueron pasando los días, la sonrisa de mi hermana regresó a su sitio. Se le fue endulzando la cara y ya podía comer a gusto. En ese entonces era un infante. Mi hermana me llevaba de la mano cuando mi madre no podía acompañarla a las terapias y mientras era atendida con diligencia y parsimonia, yo esperaba. Esperaba sentado. Pero, en dicho consultorio había una serie de revistas a la mano, las cuales amén de tener fotografías e ilustraciones, “contaban historias” de todo tipo. La redacción, las letras entraron por mis ojos y creo y desde entonces, me hicieron suyo. 

Ya luego conocí de los libros editados por José Vasconcelos, “Lecturas Clásicas para Niños” y leí a un escritor el cual es mi referente desde siempre: Oscar Wilde. 

Por esto soy escritor. ¿Sabe cuál era la revista de las cuáles había varias y todas las leí? “Selecciones del Reader’s Digest”.

Por etapas de mi vida, la he leído de cabo a rabo. Por etapas de mi vida la he comprado. Vilipendiada, reprochada por muchos, alabada por cientos, “Selecciones…” en su edición de diciembre de 2015 acaba de arribar a sus primeros 75 años de vida. 75 años de una revista la cual circula actualmente en 100 países alrededor del mundo en 20 idiomas. Nadie puede negar que al día de hoy, al menos una vez en su vida haya leído un artículo en la mítica y eterna “Selecciones…”

Recuerdo algunos textos donde el protagonista ha sido nada menos que don Armando Fuentes Aguirre, ya sea él mismo con sus textos de ácido humor o bien, sobre él. Recuerdo una esplendida crónica en su momento, sobre el atentado que sufrió en Tijuana el que luego fue referente en periodismo, Jesús Blancornelas, fundador del semanario “Zeta”. En esta revista se presentaron avances de lo que luego fue una generosa investigación, un libro sobre Marilyn Monroe, un reportaje de Anthony Summers. 

Esquina-bajan

En fin, en aquellos años de lecturas y aprendizaje sin fin, al acompañar a mi hermana a su terapia para que le regresaran la sonrisa a su lugar, la “Selecciones…” se dejaba leer en sus historias las cuales y en un 99% de los casos, tenían final feliz. Y lo anterior es lo que más se les ha criticado, amén de esos resúmenes o libros condensados de los cuales dicen los jueces, poco o nada quedaba luego de podarlos y ajustarlos a un puñado de páginas. El fundador fue un norteamericano que se hizo millonario con la publicación, DeWitt Wallace al cual le ayudó no poco, su esposa, Lila Acheson Wallace, los cuales no tuvieron hijos, pero si millones de lectores. 

Amasaron tal fortuna, que su colección de arte es una de las más prestigiadas de los USA. De hecho, en una de las fotografías que se publican en su número de aniversario, se ve la fotografía de la pareja posando en su residencia con el cuadro “Tres velas” de Marc Chagall. Puf. Y sí, recuerdo en un año pretérito una gran exposición que vino al Palacio de Bellas Artes en el DF, era dicha colección y entre sus joyas, dos o tres cuadros de Vincent van Gogh.

La popular revista satírica “Mad”, publicó en su momento una parodia, “Reader’s Disgust” (algo así como “La repugnancia del lector”). Objeto de burlas, en un episodio de “Los Simpson” aparece la revista. Un afamado caricaturista gringo, Guindon, los hizo blanco de dardos envenenados. Ellos ni se inmutan. 

En sus memorias, tanto Nelson Mandela como Anwar el-Sadat la citan como lectura obligada en su formación. En fin, se puede señalar todo lo criticable, pero todos, absolutamente todos los lectores que sabemos leer (espero esté en lo correcto), hemos hojeado y leído alguna vez en nuestra vida un ejemplar de “Selecciones del Reader’s Digest”.
 
Letras minúsculas

75 años y contando… pocas publicaciones pueden presumir de ello al día de hoy.