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Selección mexicana: Jugar sin experimentos
KAZÁN.- El ambiente será hostil, la presión máxima, pero es justo esa situación lo que motiva a la selección de México ante el duelo con la anfitriona Rusia que definirá el pase a Semifinales en la Copa Confederacines.
Se espera que el impactante Kazán Arena sea clave en el partido en el que los locales necesitan una victoria para seguir adelante en la competición. Una circunstancia “extraordinaria”, dijo el técnico de México, Juan Carlos Osorio.
“Jugar en Rusia, con un 90 por ciento de público ruso y un rival que se juega la clasificación es un escenario extraordinario para el futbol mexicano y sus jugadores, para demostrar que tienen la jerarquía de asumir ese papel”, añadió.
El “Tri” afrontará así un test de madurez y mentalidad ganadora, dos atributos que no siempre pudo probar. “Es un partido que hemos esperado desde hace mucho tiempo, jugar en un escenario en el que vamos a ser visitantes”, apuntó Osorio. “Si algo tiene este grupo es el deseo de ganar y de hacerlo bien”.
Primero del Grupo A con los mismos puntos y más goles a favor que Portugal, a México le basta un empate para asegurar llegar a semifinales.
Rusia, en cambio, necesita ganar. Un empate solo le serviría con una improbable derrota del Portugal de Cristiano Ronaldo frente a la débil Nueva Zelanda, que ya está eliminada del torneo.
Pese a llegar en mejor situación, Osorio alertó del peligro ruso. “Es un equipo que compite muy bien durante 90 minutos. Casi siempre está muy bien posicionado para defender las transiciones del rival. A través de su pelota parada va a hacer daño”.
El técnico defendió por eso su polémico sistema de rotaciones y explicó que los ocho cambios que introdujo en el partido anterior ante Nueva Zelanda, que México ganó 2-1 tras empezar perdiendo, permitirán ahora a sus jugadores estar en forma.
“Esos fueron los factores que tomamos en consideración para rotar el equipo en el segundo juego: evitar posibles lesiones”, explicó.
De conseguir la victoria o el empate, México daría otro paso en el torneo que ganó ya en 1999 y se jugaría un lugar en la final con toda probabilidad ante uno de los favoritos al título: Alemania o Chile. El cuarto equipo con mejores posibilidades de avanzar a semifinales es Portugal.