En medio de la crisis que viven los artistas de la escena ante el cierre de teatros y espacios para la enseñanza por la pandemia de COVID-19 el Consejo Nacional de Danza se reunió el pasado 14 de julio con la Secretaría de Cultura, como respuesta al escrito Demandas para la Reactivación Económica de la Danza.

En el texto, firmado por 4 mil 475 profesionales de danza, uno de los acuerdos es hacer del organismo federal un puente para la integración del sector cultural a los programas sociales y de activación económica de las Secretarías de Bienestar, Trabajo y Previsión Social, y Economía.

El 16 de julio, a solicitud de la directora general de Vinculación Cultural, Ester Hernández Torres, se entregó información de mil 254 miembros del gremio de danza para que fueran integrados en el proceso de selección de los programas de la Secretaría de Bienestar en la modalidad de Créditos a la Palabra y Tandas del Bienestar.

A cinco meses de la realización de este acuerdo el consejo dio a conocer en un comunicado que en todo este tiempo solo se contactaron a 177 integrantes de esa lista para iniciar el proceso de registro, excluyendo al 86% de los solicitantes propuestos.

La única respuesta que recibieron a sus solicitudes de seguimiento fue una contestación a una carta entregada al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y a los titulares de las secretarías de cultura y bienestar. En ella el director general de Vinculación Interinstitucional, Alejandro Luján, solo les informó a través de una respuesta automática que ya se había llegado la meta del programa, sin atender la solicitud de atención.

Ahora, el Consejo Nacional de Danza denuncia no solo en incumplimiento del acuerdo por parte de Alejandra Frausto, titular de la SC, y de Este Hernández, sino también de una imposibilidad de comunicación con las autoridades, por lo que exhortan “urgentemente a un responsable para establecer el dialogo y dar seguimiento a los 1,254 solicitantes que han esperado que la institución cumpla con su inscripción a los programas de Bienestar”. 

La comunidad de artistas de danza, como la gran mayoría de los artistas en México, dada la naturaleza de sus disciplinas, que se desarrollan principalmente de manera independiente, no gozan de los beneficios sociales que sí poseen otros trabajadores en el país y esta integración a los programa federales de bienestar podría beneficiar a una población que ha sido gravemente afectada por la pandemia.