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Sección 9 del SNTE, 20 años sin elegir libremente a dirigentes
Ciudad de México.- Profesores disidentes de la sección 9 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) afirmaron que han transcurrido casi seis años desde que se emitió una convocatoria para renovar la dirigencia seccional, mientras los comités sindicales delegacionales para maestros de prescolar, primaria y educación especial de la capital del país no se han renovado en 20 años.
Por ello, demandaron al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del gremio magisterial, que encabeza Juan Díaz de la Torre, que elabore la convocatoria para elegir a los dirigentes de la sección 9, que actualmente tiene una comisión ejecutiva, mecanismo estatutario, pero totalmente antidemocrático, pues es impuesto por la cúpula del SNTE.
Victoria en tribunales
Francisco Bravo, ex secretario general de esta sección, señaló que la dirigencia del gremio magisterial “mantiene las estrategias de control que ha venido aplicando durante años, porque pese a que incluso ganamos en los tribunales laborales la reposición del congreso charro que impusieron en 2008, nunca se cumplió”.
En contraste, dijo, la próxima semana, con el aval del CEN, se renovarán los comités de las secciones 10 y 11 de la ciudad de México, porque saben que ahí no enfrentan ninguna resistencia organizada, pero en la 9 llevamos casi dos décadas sin ejercicio pleno de nuestros derechos sindicales.
De acuerdo con las convocatorias para la sección 10 –que agrupa a profesores de secundaria– el 21 congreso seccional extraordinario se realizará el 16 y 17 de marzo, para renovar su dirigencia; al igual que para la sección 11, que representa a los trabajadores administrativos y de apoyo a la educación.
Bravo recordó que en 1998 el CEN del SNTE emitió la convocatoria para un congreso seccional, en el que fue elegida Blanca Luna Becerril. “En 2001 debía convocarse un nuevo proceso para su relevo, pero el charrismo sindical la sostuvo por siete años más”.
En julio de 2008, afirmó, cuando los grupos del sindicalismo institucional “se dieron cuenta de que de 666 delegados más de 500 eran del movimiento democrático, secuestraron el 23 congreso seccional extraordinario, y con engaños se llevaron a los representantes sindicales a una cochera que operaba como salón de fiestas en el norte de la ciudad, para perpetrar el charrazo en el que fue impuesta Teresa Pérez Ramírez”.
Por ello consideró que "en realidad desde hace casi dos décadas los cerca de 60 mil profesores de educación prescolar, primaria y especial que laboramos en la Ciudad de México no hemos ejercido libremente nuestro derecho a elegir a nuestros representantes sindicales, pues hay maestros con 18 años de servicio docente que no saben qué es un proceso de elección de sus líderes".