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SEAT Ibiza, mantiene sus líneas
A pesar del largo viaje que hizo de España a Tepoztlán, la pinta del nuevo Ibiza no cambió. Aquel vehículo al que le pusimos las manos encima en los alrededores de Barcelona hace algunos meses, prácticamente se presentó con la misma facha a su cita con la serpenteante carretera que comunica al Pueblo Mágico morelense con Cuernavaca; el empeño que Alejandro Mesonero (director de diseño de SEAT) puso en trazar las líneas de una quinta generación, digna de un hatchback atractivo y con pinta de europeo, trascendió el Atlántico y desembarcó en nuestro país dispuesto a reclamar la corona del segmento.
Con la pinta de un cachorro de león (el vehículo más grande de la marca española), el nuevo Ibiza no niega la cruz de su parroquia, por el contrario, se sirve de ella y presenta una fisonomía de líneas tensas y deportivas, que se complementan con iluminación LED en los enormes faros.
A diferencia de la cuarta generación, esta nueva presentación por el momento sólo llegará con cinco puertas, sin embargo, esto no es un impedimento para que luzca juvenil y dinámico.
El nuevo Ibiza no rompió los apuntes de Luc Donckerwolke, el responsable de diseñar la anterior generación de este vehículo, por el contrario, a partir de lo hecho en el modelo previo, forjó una avanzada evolución para consolidarse como un vehículo más maduro, atractivo y confortable, que sabe aprovechar una línea aerodinámica para moverse bien y verse mejor.
Al abrir la puerta, notamos que los cambios en el interior son más profundos y significativos que en el exterior. Una clara evolución del tablero con nuevos materiales y una atrevida propuesta que trae el color de la carrocería al interior, se acompañan de una enorme pantalla táctil de ocho pulgadas, la cual garantiza una avanzada experiencia de conectividad que incorpora un cargador que no necesita de cables para rellenar la energía de nuestro teléfono móvil, basta con ponerlo sobre el hueco ubicado debajo de los controles del aire acondicionado para que comience a cargar prácticamente cualquier teléfono Android y los iPhone 8; son sólo algunas de las cartas de presentación con las que el nuevo Ibiza quiere escribir otro capítulo en la historia de la firma ibérica.
La conexión vía bluetooth, entradas USB y el sistema de audio Beats te permitirán disfrutar de una experiencia única en el segmento, que se complementa con un quemacocos que ahora sí abre.
HABÍA QUE VER SI SE MUEVE TAN BIEN COMO SE VE
A partir de un botón que parpadea en color rojo, tal y como ocurre en la Ateca, encendemos el auto. La marca nos ha confesado que el motor turbocargado de tres cilindros y un litro no llegará sino hasta finales del año, así que en su lugar nos movemos gracias a un 1.6 litros, confiable y bien conocido por nuestro mercado.
La pronunciada subida, que además estaba empedrada, nos puso el primer obstáculo, el cual superamos sin aspavientos, en parte gracias a la correcta gestión del clutch. Con los reflectores puestos en nuestro vehículo salimos bien librados de la encomienda prácticamente sin resbalarnos, y es que gracias al asistente de subida con el que este vehículo cuenta parecíamos profesionales.
Una transmisión manual de cinco velocidades es la responsable de gestionar los 110 caballos de fuerza disponibles bajo el pedal del acelerador y, esperanzados en encontrar las condiciones ideales para ponerlos a prueba, empezamos a ver que las 114 libras pie de torque eran vastas y suficientes para mover esta plataforma.
SEAT fue la marca que tuvo el privilegio de estrenar la nueva plataforma A0 del grupo Volkswagen, la cual más adelante utilizarán modelos como el VW Polo y Audi A1, así que sus cualidades dinámicas garantizan un manejo ágil, que se beneficia de su bajo peso, de sólo 1,123 kilogramos.
Las irregularidades del camino no pudieron sacar del balance al nuevo Ibiza y qué bueno, pues en México, a pesar de su orientación urbana, las condiciones del pavimento en nuestro territorio le aseguran a este vehículo un reto constante.
Al salir a carretera las primeras curvas retaron la puesta a punto de nuestro vehículo, que conforme más manejábamos más disfrutábamos.
Un auto compacto, firme y bien puesto nos dejó disfrutar de una carretera llena de curvas en la que ninguna asistencia elecrónica estuvo de más. Desde los frenos de disco, de serie en todas las versiones, hasta el control electrónico de estabilidad y los frenos antibloqueo fueron cómplices para llegar a la delantera del pelotón.
No tuvimos la oportunidad de utilizar ni el sistema que reconoce el cansancio del conductor ni las bolsas de aire, afortunadamente, pero nos bastó con saber que estaban ahí disponibles por cualquier emergencia.
Llegamos a Cuernavaca, orgullosos de estar al volante de un vehículo que irremediablemente es un imán de miradas, con acabados que en la versión Xcellence nos acercan mucho a lo que un auto de categoría superior ofrece, en cuanto a acabados y equipamiento interior.
A muchos no les gustará el color dorado iPhone, pero a nosotros no nos molestó en lo más mínimo, por el contrario.
El Ibiza nos demostró que está listo para volver a convertirse en el referente del segmento, como una de las mejores relaciones costo-beneficio. Si algo queda pendiente será una versión con seis bolsas de aire que por el momento no está disponible en el mercado, pero ya han asegurado que no tarda en llegar junto con el motor de tres cilindros turbocargado.