Se salva EU; México no

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Se salva EU; México no

Estados Unidos se salvó de un caos: una Corte activista, los abortos al parto, de la confiscación de armas, de políticas económicas ruinosas y la expansión de la deuda pública. Me imagino a los actuales alborotadores presionando a una presidenta Clinton a gobernar por decreto. Y falta ver qué hace Trump para frenar a los estados que legalizan mariguana para rentabilizarla.

Gané 10 apuestas porque había visto la misma película dos veces: una con Fox y otra con “El Bronco”. La coincidencia de la dinámica de las tres elecciones fue escalofriante. (Más detalles en “Why Trump, why now” en Youtube). Hasta canté de antemano la reacción de los perdedores: “¿Resultados? Mañana”.

Tengo dos décadas esperando una revolución anti-partidos en el Gobierno. Por eso pude detectar señales que otros ignoraron. Esta revolución no sólo es deseable y posible, sino necesaria. Las condiciones que subyacían en las tres elecciones eran las mismas: una frustración con el sistema de partidos, una indignación por la corrupción rampante y un deseo de cambio a fondo que perdona los defectos del abanderado. La misma escena generó la misma película.
Trump empezó a organizar su gabinete semanas antes… porque planeaba ganar. Aquí nadie quiso invertir un poquito de tiempo en planear o prepararnos para esa eventualidad. Prefirieron dedicarse a insultarlo hasta decir ya no. ¿Y acaso dejaron a alguien para ir a negociar con él? No, ¡porque iba a PERDER!

Hoy él ya ganó y va avanzando con su programa de los Primeros 100 días a toda marcha. No me atrevo a pronosticar lo que hará finalmente porque ya me equivoqué dos veces: una con Fox y otra con Jaime Rodriguez.

Fox dejó el sistema intacto. Jaime pinta para que le revoquemos el mandato. 

Nunca pensé que los Estados Unidos serían los que iniciaran una revolución del Gobierno que borre las fronteras entre sociedad y Gobierno. Sin embargo, un empresario es el novato ideal en el Gobierno. Lo digo porque lo viví.

En San Pedro, el revolucionario fue precisamente Genaro Leal, un magnífico y próspero empresario sin experiencia en el Gobierno que preguntaba: ¿hay una mejor manera de hacer esto? Y más radical aún: ¿realmente se necesita? ¡Eso hará Trump con el TLC!

Mi pesimismo en el título parte precisamente de la experiencia de San Pedro. Están por cumplirse 40 años y el manejo del País no tiene aún lo que se logró con Genaro Leal en materia de transparencia, honestidad y eficiencia. 

Cualquiera pensaría que habría un movimiento para indagar cómo le hicimos. Al contrario, a Genaro lo marginaron de la política sus colegas empresarios prefirieron traer de Gobernador a don Alfonso Martínez Domínguez, típico priísta, muy manipulador y mañoso con eso de los votos. Una versión masculina de la despeñada señora Hillary, a la “n” potencia.
México no se salva porque quienes ya tienen ventajas competitivas frente al resto de los mexicanos harán lo que sea para preservarlas. No moverán un dedo por México, sino para salvarse ellos. Si Trump renegocia el TLC, estas personas salvarán su pellejo, no el de México. Ya sucedió antes.

El México de la extrema pobreza es producto del TLC de 1994 mal negociado. Basta ver las cifras de muertos en el desierto de Arizona a partir de esa fecha. Consulten los negocios chicos y medianos que murieron entonces y las cifras sobre migración masiva. Ahora estamos a punto de quedarnos sin Juan y sin las gallinas porque nadie quiso admitir un escenario de triunfo de Trump y hoy no hay nadie preparado para tocar el tema.

Si nuestros gobernantes, intelectuales, periodistas y empresarios NO vieron venir el triunfo de Donald Trump, ¿para qué otras cosas están igual de ciegos? Faltan 70 días para incidir en el Plan de los Primeros 100 días.

México no se salvará porque la ignorancia y subsecuente corrupción intelectual son otros dos males que nunca se vinculan. Ni modo.

javierlivas@prodigy.net.mx