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‘Se oponen a la limpia redes de corrupción’, en el Poder Judicial, afirma
CDMX.- Hace unos días el titular del Poder Ejecutivo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, aseguró que el Poder Judicial está podrido. Hoy, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, prefiere decir que el Poder que él encabeza libra una batalla contra la corrupción, el nepotismo, el acoso sexual y la discriminación de mujeres, que aunque no era generalizada, sí lo suficientemente grave. Y asegura que la mayoría de los juzgadores son personas honestas y honorables que sirven al pueblo de México.
El ministro presidente Zaldívar Lelo de Larrea revela, en entrevista, que redes familiares en el interior de ese poder, así como redes de corrupción encabezadas por afamados despachos privados, además de diversos grupos políticos que tenían cotos de poder dentro de juzgados, han intentado oponer resistencia al proceso de limpia del Poder Judicial de la Federación (PJF).
“Se cometían muchos excesos y también muchas irregularidades que seguiremos combatiendo con determinación”, dice Zaldívar tras dos años y medio de estar a la cabeza del PJF, y habla de los resultados en materia de lucha contra la corrupción y algunas otras prácticas nocivas, las cuales, asegura, han disminuido sensiblemente.
Zaldívar responde a El Gran Diario de México, a dos días de que anunció que su mandato al frente del Poder Judicial de la Federación terminará a finales de 2022 y no hasta 2024, como fue aprobado en el artículo transitorio de la reforma al PJF.
Al preguntarle si siente temor o respeto por el presidente López Obrador, responde que “respeto, afecto y gratitud por todo el apoyo que me ha brindado para lograr la renovación del PJF”, y considera que se requiere de una relación de diálogo entre poderes para el buen funcionamiento de las instituciones del Estado.
“Antes, esa relación se desarrollaba en lo oscurito, mientras que ahora se hace con total transparencia, lo que debería valorarse como algo positivo (…) Esta relación, lejos de afectar la independencia, la fortalece”, asegura.
Sobre la crisis que vive el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el ministro Zaldívar es claro y dice que “no hay condiciones para que el magistrado José Luis Vargas [depuesto presidente] insista en quedarse. Espero que reflexione y facilite una solución en beneficio del tribunal, del PJF y del país”.
¿El Poder Judicial está podrido?
— Cuando llegué a la presidencia de la Corte, el Poder Judicial de la Federación estaba en una situación muy delicada, había un serio problema de corrupción, no mayoritario ni generalizado, pero sí suficientemente grave. Existía una cultura del nepotismo, en la que esta práctica no era mal vista. El acoso sexual estaba normalizado, la discriminación hacia las mujeres era la regla, no había políticas públicas para lograr la igualdad y la paridad de género; los exámenes para acceder a los cargos traían la sospecha de la corrupción y el favoritismo, entre otras muchas deficiencias.
En estos dos años y medio hemos avanzado mucho para mejorar todos estos aspectos. Lo hemos hecho de la mano de la inmensa mayoría de las personas juzgadoras honestas, honorables y que con enorme vocación sirven todos los días al pueblo de México.
El PJF es una gran institución inmersa en un ambicioso proceso de renovación y de modernización, que está generando una mejor justicia, más cercana, más sensible, en beneficio de todas las personas.
¿Cuánto tiempo tardará en erradicarse la corrupción interna en el Poder Judicial?
— Vamos muy bien en esta política de cero tolerancia a la corrupción y en este cambio de prácticas muy arraigadas. En cualquier país del mundo resultaría difícil afirmar que se puede erradicar por completo la corrupción en cierta institución, pero sí es posible generar los cambios para combatirla con eficacia y, a partir de ahí, inhibir conductas deshonestas. Ese es y ha sido mi compromiso, que he demostrado y seguiré demostrando con hechos.
Lo que hemos realizado en materia de corrupción y acoso sexual ha sido generar un cambio cultural, sustentado en la prevención y la inhibición de conductas indebidas. En este sentido, se ha destituido a 12 titulares de órganos jurisdiccionales y a siete altos mandos en áreas administrativas, por corrupción, nepotismo y acoso.
Adicionalmente, hay seis titulares suspendidos e investigados por acoso sexual y violencia de género. En relación con el nepotismo, tenemos un plan integral de combate que nos ha permitido detectar en dónde están los problemas y generar reglas claras que son conocidas por todos los integrantes del PJF. Todo esto ha implicado una disminución sensible en los niveles de corrupción y en el fenómeno del nepotismo dentro del Poder Judicial.
En relación con el impulso a la paridad de género, es importante señalar que durante mi administración 54% de los nombramientos de titulares de órganos jurisdiccionales han sido para mujeres. Se han llevado a cabo dos concursos exclusivos para mujeres y, a partir de ahí, todos los concursos han sido y serán paritarios. En todos ellos los resultados de las mujeres participantes han sido notables. Estamos comprometidos con la paridad, para que haya más y mejores mujeres en más y mejores cargos.
Expreso todo mi reconocimiento a los consejeros de la Judicatura Federal, cuyo apoyo, trabajo y compromiso con estos valores y estos objetivos ha sido invaluable.