Ciudad de México.- En los últimos 11 años, en la Ciudad de México se han registrado 164 incendios en zonas de reserva ecológica y áreas contiguas de reserva territorial debido al uso indiscriminado de globos de cantoya.

Así lo alertó el diputado local, Carlos Candelaria López, al solicitar a las 16 delegaciones políticas y a la Secretaría de Protección Civil llevar a cabo campañas y operativos para la inhibición de venta y uso de estos globos.

Hasta el momento, sólo el jefe delegacional de Tláhuac, Rigoberto Salgado, notificó que en diciembre del año pasado se llevaron a cabo recorridos de inspección en las 12 coordinaciones territoriales para proteger la integridad de las personas y el entorno.

Incluso mencionó que fueron establecidos procedimientos normativos en la celebración de festividades tradicionales y patronales para impedir la venta de este producto.

El asambleísta del Partido Encuentro Social denunció que en la actualidad, los globos de cantoya son de fácil adquisición principalmente en vía pública, tianguis, mercados o en tlapalerías, además en establecimientos de materias primas para fiestas, centros de autoservicio.

“Su uso indiscriminado genera que niños y jóvenes tengan acceso a ellos y los utilicen sin una supervisión adecuada, además de que se consideran moda para fiestas de aniversario, boda o fin de año”, precisó.

Dio a conocer que de acuerdo con un estudio de Atlas de Riesgo de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel, elaborado por la Universidad Autónoma de México, se han registrado más de 100 incendios en casi 38 hectáreas.

“Actualmente se realizan festivales de globos aerostáticos y de cantoya, mismos que requieren una evaluación de la Secretaría de Protección Civil y Corena”, expresó.

Candelaria López insistió en la necesidad de llevar a cabo protocolos de prevención, reacción y restablecimiento durante los eventos ya sea por particulares o por las propias autoridades delegacionales.

Explicó que un globo de cantoya puede trasladarse a varios kilómetros de distancia y que esta condición es la que representa mayor riesgo ya que se puede dirigir a zonas boscosas, de cultivos industriales y urbanos que al caer provocan incendios de grandes proporciones y daños a pastizales, industrias y casas.