Dos enfermeras del Hospital COVID de Monclova dieron a conocer el dolor que se vive al interior del nosocomio desde el punto de vista médico.

A través de su perfil de Facebook Tania Millán mostró una fotografía donde ella y su compañera Iveth Lozano fueron conmovidas hasta las lágrimas al ver la aflicción que viven tanto los pacientes aislados como sus familiares al exterior del hospital.

“Mi amiga y yo, saliendo de una guardia cotidiana en covid. Con el corazón roto porque leímos cartas de amor a pacientes, escuchamos llantos y palabras de esperanza de sus familias hacia ellos, pero también sentimientos llenos de miedo e incertidumbre.. 

¿Cómo no me va a doler? ¿Cómo se puede ser apático? Sabiendo que esa persona que está aislada, irónicamente está manteniendo a una familia unida en oración a él, mas unidos que nunca, mas creyentes que nunca. ¿Cómo ser indiferente? Si esa persona es el padre que un niño espera en casa, es el amor de una esposa enamorada y angustiada, o simplemente el amigo que siempre estaba para ti.. 

Soy humana y me duele ver que las medidas de aislamiento tengan que ser tan estrictas y los familiares no puedan despedirse. Trato de realizar llamadas, videollamadas, leerles, decirles palabras de esperanza aunque estén sedados, en esos momentos solo nos tienen a nosotros.

Es muy doloroso involucrarte con pacientes, es  llevarte un pedacito de ellos a casa y estar con la misma incertidumbre que su familia; ¿lo habrá logrado? ¿Lo veré la próxima guardia?.

Sé que muchos compañeros están en desacuerdo con que nos relacionemos tanto con el paciente, pero estoy segura que si fuera algún familiar cercano de ellos, quisieran que les brindemos la mayor calidad posible..”

Es bien sabido que durante los últimos días, las trabajadoras sociales del Hospital COVID de Monclova piden a familiares de los enfermos aislados que escriban cartas para motivarles a salir adelante, ellas las entregan al personal médico tal es el caso de Tania e Iveth, esto como una muestra de solidaridad ante la difícil situación que se vive en ese escenario.

Y es qué hay quienes si logran vencer la enfermedad y regresan a casa junto a sus seres queridos, otros lamentablemente mueren en el intento y ni ellos ni sus familiares pueden despedirse.