La deportación de migrantes se ha disparado en Coahuila durante el primer trimestre, justo cuando autoridades estatales han advertido que las caravanas de extranjeros no son bienvenidas en la entidad, ante la falta de capacidad para recibirlas.

De enero a marzo de 2019, en el Estado, las autoridades migratorias han regresado a sus países a 978 personas, mientras que en el mismo periodo del 2018 sólo sumaron 152, según los últimos datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.

El 543 por ciento de aumento en Coahuila contrasta con el descenso en las cifras a nivel nacional, pues en los primeros tres meses del 2019 han sido presentados ante las autoridades 22 mil 614 indocumentados por 27 mil 628 del año pasado.

La disminución de 5 mil migrantes indica la tendencia a la baja de las deportaciones antes del acuerdo de México y Estados Unidos ante la amenaza de Tump de imponer de aranceles si no se reduce el flujo de ilegales.

Del total, la Unidad de Política Migratoria señala que el 97 por ciento de las personas que han sido retornadas a sus países, provenían de Centroamérica, principalmente de Honduras.

La semana pasada el Gobernador de Coahuila ante la amenaza de la imposición de aranceles expresó su postura ante la migración. “Hacemos votos porque se arregle el problema. Si el tema es migratorio vamos a entrarle; si el tema tiene que ver  con el flujo que hoy tenemos de la frontera sur hacia las distintas partes del país, pues hay que evitarlo de raíz y hay que sumarnos con los demás estados de la república.

“Ustedes han visto mi postura: no son bienvenidos los migrantes, sin embargo, cuando llegan los tenemos que tratar conforme a la garantía de sus derechos”, dijo Riquelme.