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Se dispara en Torreón la atención a mujeres violentadas
Torreón, Coahuila.- En el Centro de Justicia para las Mujeres en las últimas semanas se han disparado las órdenes de protección para las mujeres que son violentadas por sus parejas.
Natalia Fernández, directora del organismo, informó actualmente se llevan cinco semanas consecutivas en las que se han presentado más denuncias, lo cual es positivo, porque las mujeres ya tienen un lugar para canalizar sus demandas y se les apoya de manera integral.
A dos años y medio de operaciones el Centro de Justicia para las Mujeres ha atendido a más de mil 800 usuarias por temas de violencia, para que puedan salir del círculo de la intimidación y puedan generar otro tipo de opciones y ejercer libremente sus derechos.
El Centro de Justicia para las Mujeres cuenta con todos los apoyos para la atención integral de los problemas que se plantean, desde el área del Ministerio Público, de Psicología, asesoría jurídica y de atención médica.
Sin embargo, el objetivo del Gobierno del Estado es buscar el empoderamiento de las mujeres a través del empleo, de lograr su educación y por medio de los programas poder proporcionarles a ellas la oportunidad de crear un negocio.
En Torreón va en aumento el número de mujeres que se atienden, aunque no esto no quiere decir que el maltrato haya subido, sino que el fenómeno se está visibilizando.
El mayor número de casos que se atienden es por violencia psicológica; la mayoría de las mujeres así lo manifiestan, aunque luego viene la violencia económica y finalmente lo que es la violencia física.
Al Ministerio Público se han canalizado cerca de dos mil denuncias, pero no todas desean denunciar y no todas tienen el riesgo grave para poderlo hacer.
De los casos presentados, unos cuarenta esposos han sido encarcelados y sometidos a proceso judicial y lograr medidas de protección para las mujeres que viven este tipo de violencia.
Las medidas de protección consisten en las restricciones, proporcionarles la vigilancia de Seguridad Pública para que puedan estar tranquilas en su casa y que sus agresores no tengan la oportunidad de seguir molestándolas.