El sacerdote de 55 años, quien fue apuñalado mientras oficiaba una misa el atrio metropolitano, presenta una “bradicardia importante”, es decir, un descenso en la frecuencia cardiaca por lo que se le practicará una resonancia magnética, para determinar el procedimiento a seguir.

La Arquidiócesis refirió que de acuerdo con el parte médico, el estado de salud del sacerdote presentaba una mejoría al grado tal que se esperaba que este jueves fuera dado de alta del hospital donde se encuentra.

Sin embargo, al recobrar el estado consciente se hizo aparente una parálisis de todo el lado derecho del cuerpo, como consecuencia de un daño en el hemisferio cerebral izquierdo (infarto cerebral), debido a la falta de irrigación por la hemorragia severa que sufrió.

También ha presentado como cuadro asociado un sangrado del tubo digestivo con una lesión que ya se identificó de origen congénito, y que de seguir sangrando sería necesaria una embolización de dicha lesión.

A través de su sistema informativo, la Arquidiócesis indicó que se le dio a conocer “que lamentablemente la condición neurológica ha empeorado”, luego de que el sacerdote presentara una bradicardia, además el parte médico refiere que el presbítero presenta mayor daño cerebral.

Los doctores precisaron que la taquicardia es un signo de alama porque “es el cerebro el que controla el ritmo cardiaco; “si el daño fue amplio, cuesta la vida”, añadió.