Ante el decreto de la Fase 3 por la pandemia de COVID-19, el director del Instituto de Estudios Empresariales Coahuila Sureste, Antonio Serrano Camarena, indicó que es la fase más restrictiva en movimientos y ello contraerá más la actividad económica, por lo que se prevé un “descontón”.

Agregó el número de contagios aumentará exponencialmente, mientras siguen los mismos recursos repartidos entre más personas y empresas, lo que pulverizará el potencial productivo del norte del país y le generará mucho más problemas.

Además del desempleo, el cual calcula en 20 mil en la zona durante el año, se tiene la desaparición de hasta del 20% de las microempresas a nivel nacional, mientras que se presenta una deflación y en Saltillo una inflación alimentaria hasta de un 30%.

Serrano aseveró que por cada punto que pierde el PIB a nivel nacional se pierden 200 mil empleos, mientras que ahora se tendrá la desaparición de microempresas que no estén integradas a ninguna cadena productiva.

“Esas son las empresas que van a desaparecer en el corto plazo porque van a necesitar un capital que no van a tener para volver a arrancar, además de apoyos para volver a empezar un negocio”, dijo.

Pero, aunado a ello se puede tener un evento deflacionario, caída en la demanda y posiblemente aumento en precios por las afectaciones del tipo de cambio, lo que genera que la economía tenga inflación con baja demanda.

Serrano explicó que esto se está empezando a ver en los alimentos porque muchos de ellos tienen componentes internacionales, entre los productos que han subido de precio o se batalla para encontrarlos está el huevo.

Aunque también muchos productos enlatados, frijol y arroz, toda vez son alimentos que se pueden acaparar en grandes cantidades y no tienen vencimiento, aunado a que las tiendas pequeñas que ahorita encuentran nichos de mercado a través de la entrega a domicilio, ven que quienes compran así tienen una capacidad de pago un poco mayor y por consiguiente cargan precios mayores.

“Han tenido éxito, la gente lo sigue pagando a un precio bastante más alto, estamos viendo en promedio una inflación alimentaria sin temor a equivocarnos a nivel regional y en Saltillo de un 30%”, aseguró.