Se apropia el arte contemporáneo de Rotterdam

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Se apropia el arte contemporáneo de Rotterdam

La Semana del Arte de Rotterdam comenzó hoy con la exposición de obras de decenas de artistas nacionales y extranjeros. Foto EFE
Una de las exposiciones es la "Object Rotterdam", que se celebra en un barco anclado en el puerto de Rotterdam (Holanda).

La Semana del Arte de Rotterdam comenzó hoy con la exposición de obras de decenas de artistas nacionales y extranjeros, que durante cuatro días exhiben pinturas, esculturas, vídeo-arte del mundo del arte contemporáneo, pero también objetos que, en el pasado, tuvieron una vida mejor.

Decenas de museos y pequeñas galerías de la ciudad holandesa acogen exposiciones de arte contemporáneo de las más variadas.

Una de las exposiciones es la "Object Rotterdam", que se celebra en un barco anclado en el puerto de Rotterdam (Holanda).

No se trata de una embarcación cualquiera, sino de un crucero que en los años 50 cubrió la ruta Nueva York-Rotterdam y que albergó entre sus pasajeros a artistas como Frank Sinatra.

A lo largo de sus lujosas habitaciones e interminables pasillos, los artistas exponen y explican en persona sus trabajos de arte a los visitantes con el enorme puerto de la ciudad como paisaje de fondo.

Uno de estos artistas es Rolff Bruggin, que ha creado objetos como bancos, platos o papeleras utilizando como materia prima dinero real.

Entre sus utensilios destaca un banco que ha levantado usando 25.000 monedas de cinco, dos y un céntimo de euro.

"¿Qué sentido tiene hacer algo así? Muy sencillo. No sabemos qué va a pasar con las monedas que tenemos actualmente como el euro o el dólar, así que quiero dar sugerencias de cómo podríamos transformar ese dinero, que quizá en el futuro no sirva para nada, en objetos que sí tuvieran un cometido", explicó Bruggin a Efe.

Otro artista que expone en "Object Rotterdam" es Isaac Monté, un joven belga que en su trabajo "El arte de la decepción" muestra 18 corazones de cerdos que, tras ser tratados y decorados, han sido introducidos en vitrinas.

Cada uno tiene un aspecto diferente según la personalidad de la persona que debería llevarlo.

El llamado "corazón de la oscuridad", por ejemplo, es negro y cerrado como la noche, mientras que el "corazón de acero" simula una capa hecha de un material que, en realidad, parece poco apropiado para un corazón.

La Semana del Arte de Rotterdam comenzó hoy con la exposición de obras de decenas de artistas nacionales y extranjeros. Foto EFE

"Debido al insuficiente número de órganos que se donan, los médicos están pensando en utilizar corazones de cerdos para implantarlos en humanos", dijo a Efe el propio Monté.

"¿Por qué no aprovechamos para personalizarlos también, y darles un diseño acorde a esa persona?" se pregunta el artista.

Pero no todo lo expuesto en Rotterdam estos días es arte contemporáneo.

El edificio Kunsthal acoge estos días "Red prosperity: Soviet design 1950-1980", exposición que evoca la Rusia soviética de esos años con objetos como relojes, televisiones, guitarras eléctricas, o juguetes para niños.

Algunos de estos utensilios son en realidad "prototipos de inventos que nunca se llevaron a facturar de forma industrial" explicó Sasha Sankova, responsable de la exposición.

A pesar de que esta muestra expone objetos del pasado, otros en realidad no lo son tanto porque parecen haber vuelto al presente.

Uno de los pocos artículos de "Red prosperity" que sí se llegó a facturar de forma industrial es un radio-gramófono enorme de madera.

Este utensilio, que llevó música y radio a millones de casas rusas, recuerda sospechosamente a los miles de gramófonos que se han vuelto a poner de moda en España y que han conseguido dar una segunda vida a los vinilos que se apilaban en los cajones.

La "Semana del Arte de Rotterdam" seguirá hasta este domingo en la ciudad holandesa.

Para promocionar el festival, el ayuntamiento ha facilitado autobuses gratuitos que desplazan a los visitantes entre varias de las galerías y los museos.

Uno de los artistas que expondrá el sábado es el mexicano Santiago Borja, que va a instalar un observatorio en el Sonneveld House dedicado a Madame Blavatsky, cofundadora de la sociedad teosófica.