Se agota el espacio monetario

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Se agota el espacio monetario

La decisión de política monetaria del pasado jueves por parte de la Junta de Gobierno del Banco de México, que fue a todas luces correcto y oportuno, encierra consigo una limitación natural e inherente que ya empieza a plantear una incógnita a los participantes del mercado financiero.

Todo parece indicar que el margen de maniobra del banco central empieza a reducirse significativamente, al acercarse la tasa de interés de referencia a un piso que empieza a acotarse en la medida en que la tasa de inflación ha iniciado un proceso gradual al alza en las últimas quincenas.

Tomando como un indicador de la tasa de interés real, la diferencia entre la tasa objetivo de referencia que el Banco de México dejó en 4.5 por ciento la semana pasada y el mas reciente de dato de inflación de julio que se ubicó en 3.62 por ciento ‑la cifra mas alta en cinco meses‑, nos daría un 0.88 por ciento de tasa de interés real.

Un rendimiento real alrededor de este nivel, si bien resulta atractivo para quienes desean solicitar financiamientos, lo es muy poco para los prestamistas, quienes ven mermado su margen de intermediación.

Bajas adicionales en las tasas de referencia que pudiera decretar la Junta de Gobierno en su afán de brindarle oxígeno a la actividad económica ante el espasmo de la política fiscal, estaría acercando a la tasa de interés real en niveles negativos, en las cuales el impacto del mecanismo de transmisión monetario hacia la economía real empezaría a complicarse por medio de las instituciones financieras tradicionales.

En este escenario el Banco de México tendría que acudir a instrumentos de política monetaria no convencionales, tales como la inyección de liquidez a través de compra de bonos gubernamentales, al estilo de lo que han practicado en los últimos años la Reserva Federal y el Banco Central Europeo. Desde luego el impacto y los efectos de estas medidas serían de pronóstico reservado.

Es por todas estas razones que resulta oportuno prestar atención al comunicado de política monetaria en el cual Banco de México deja implícito en el texto, que no debiéramos de esperar que necesariamente continuará hacia delante el ciclo bajista de los réditos. Incluso la misma decisión tomada, en la que no hubo unanimidad en cuanto al tamaño de la reducción, es una clara muestra que hacia delante se intensificarán los debates al interior de la Junta de Gobierno.

Y ante un eventual rebote del COVID-19 y un margen monetario agotado, mas nos vale que desde Palacio Nacional cambie la narrativa acerca de los estímulos fiscales, porque ya todas las demás opciones se habrán agotado y la economía ya no aguantaría más.