Scott Pruitt, elegido para liderar la agencia ambiental de EU, no cree en el cambio climático y apoya las petroleras

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Scott Pruitt, elegido para liderar la agencia ambiental de EU, no cree en el cambio climático y apoya las petroleras

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Organizaciones ambientalistas criticaron el nombramiento y afirmaron que es como "poner a un pirómano al frente del departamento de bomberos". Desde su despacho como fiscal, Pruitt demandó a la EPA en varias ocasiones incluyendo un litigio en contra del Plan de Energía Limpia que es la columna vertebral de la iniciativa ambiental del mandatario Barack Obama
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Donald Trump escogió a Scott Pruitt, un escéptico del cambio climático, para liderar la Agencia de Protección Ambiental (EPA en inglés) a la que como fiscal general de Oklahoma ha llevado a los tribunales en varias ocasiones.

Desde el despacho que ocupa desde 2010, Pruitt desafió iniciativas del gobierno y de la EPA como el Plan de Energía Limpia (Clean Power Plan) que es la columna vertebral de la estrategia de Barack Obama para reducir las emisiones causantes del cambio climático (bloqueada ahora mismo en la Corte Suprema).

Acciones como esta han enojado a los activistas ambientales, pero calzan con los planes de Trump de bajarle el perfil a la EPA y suavizar las regulaciones que asegura han afectado la extracción petrolera.

En sus propias palabras, el fiscal ha asegurado que el plan de Obama "amenaza la confiabilidad y el acceso a la generación de electricidad en el país, debido a que obliga a los estados a reducir la generación de electricidad basada en combustibles fósiles con el objetivo de cumplir con los estándares propuestos en la norma".

En ese comunicado del 23 de octubre de 2015, el fiscal dijo que la iniciativa solo busca trasladar la toma de decisiones a nivel estatal a los "burócratas" que ahora liderará como jefe de la EPA.

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¿Cercano a las empresas petroleras?

Justamente en medio de su férrea oposición a los planes de Obama, Pruitt ha sido según reportes de medios muy cercano a empresas petroleras. En 2011, por ejemplo, envió una carta a la entonces directora de la EPA, Lisa Jackson, denunciando que la agencia estaba "sobreestimando significativamente" las emisiones de metano producto de la extracción de gas natural en Estados Unidos y exigiéndole que le explicaran la metodología que usaron para llegar a sus conclusiones.

Pero una investigación del diario The New York Times encontró que, poco después de enviar esa carta a la EPA, la oficina de Pruitt fue felicitada por una de las petroleras más grandes de Oklahoma: Devon.

"¡Sobresaliente! El momento del envío de la carta fue grandioso (...) por favor exprésale al fiscal general Pruitt el agradecimiento de Devon", escribió el vicepresidente de asuntos públicos de la firma energética, William, Whitsitt, a la jefa de gabinete de Pruitt, Crystal Drwenski. En este enlace del periódico están disponibles estas cartas.

El diario incluso informó que la carta que Pruitt envió a la jefa de la EPA fue redactada por abogados de Devon.

Él se ha defendido diciendo que "para nadie debe ser una sorpresa el que trabaje diligentemente con compañías energéticas de Oklahoma (...) para luchar contra las extralimitaciones ilegales de la EPA y de otras agencias federales", de acuerdo a un reporte de Politico.

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Sus dudas sobre el calentamiento global

El hombre que comparte con Trump una postura escéptica sobre el impacto que tiene la actividad humana en el cambio climático ha arremetido en contra de Obama y la EPA en varias ocasiones. Como en una columna que coescribió con el fiscal general de Alabama, Luther Strange, titulada 'La pandilla del cambio climático'.

En ella criticó a un grupo de fiscales demócratas que prometió investigar a las petrolíferas que dudan del impacto de los humanos en el calentamiento global. "Ese debate está lejos de terminar. Los científicos difieren respecto a la magnitud del calentamiento global y su conexión con las acciones de los humanos", argumentaron los fiscales.

También denunciaron que la norma de energía limpia de Obama y la EPA busca "cerrar" las plantas que operan con carbón, lo que ocasionaría un alza en los costos de la electricidad para los estadounidenses.

Ahora, después de sus duras críticas, Pruitt encabezará la agencia que según él tiene una "agenda activista".

Para organizaciones ambientalistas como el Sierra Club, poner a Pruitt a la cabeza de la EPA es "como poner a un pirómano al frente del departamento de bomberos".

"Es un negacionista climático que (...) conspiró con regularidad con la industria de los combustibles fósiles para atacar las regulaciones de la EPA", dijo la organización en un comunicado.

Según la organización Friends of Earth, “con esta selección en la EPA, Donald Trump está poniendo a todos los estadounidenses en riesgo”. Como fiscal general, Pruitt fue abanderado de la industria del petróleo y del gas y “luchó contra muchas de las leyes que ahora tendrá la responsabilidad de hacer cumplir”, aseguran.

Además, esta ambientalista lo acusa de ayudar a la empresa Big Oil a convertir Oklahoma en una zona con incidencia de terremotos debido a la autorización para utilizar una técnica de extracción de gas y petróleo del subsuelo llamada como fracturación hidráulica (fracking).