El candidato a la gubernatura de Nuevo León por Movimiento Ciudadano, Samuel García, cortó una conferencia de prensa después de molestarse por el tema del narcotráfico y la relación de su familia con “El June”.

Durante una conferencia de prensa, García fue cuestionado acerca de este tema, ya que varios reporteros realizaron varias preguntas acerca de sus presunto vínculos con “El June”.

Sin embargo, el candidato se negó a responder a los cuestionamientos y, más tarde, se mostró molesto ante las preguntas.

El evento se desarrolló en Cintermex, donde frente a sus seguidores y en presencia del dirigente nacional de su partido, Clemente Castañeda, expuso su plataforma de gobierno.

Además, Samuel García estuvo durante 45 minutos con un auditorio de unas 100 personas, a las que les habló de la forma en que gobernará el estado si el voto lo favorece en las elecciones del 6 de junio.

Habló de seguridad, salud, finanzas, transporte, educación y el evento salió redondo. Con el micrófono se luce como buen orador.

Entre los presentes repartió un libro con el plan de nueve ejes estratégicos y, al final, durante unos 20 minutos, se tomó selfies con los presentes con los que bromeaba, sonreía e intercambiaba abrazos y palmadas en la espalda.

No obstante, durante la ronda de preguntas fue cuestionado acerca de su relación con narcotraficante Gilberto García Mena “El June”, actualmente detenido, quien es primo hermano de su padre Samuel García Mascorro.

Samuel, con cubrebocas, escuchaba con gesto severo. De acuerdo con medios locales se le podía observar molesto ante los cuestionamientos.

Durante el pasado fin de semana había eludido el tema de la relación de su familia con el Cártel del Golfo, pero el martes Adrián de la Garza astutamente reactivó los señalamientos.

Después de varias preguntas en relación a ese tema, García decidió cortar la conferencia de prensa al señalar que se abstendría de contrademandar a De la Garza Santos, y que aportaría toda la información que le pidiera cualquier autoridad.

“De nuevo, no es por mala onda pero, jamás, como Adrián, voy a ir a pelear con ustedes. Pero no puedo permitir que mi campaña política la dicte Adrián, y que él venga a plantear preguntas desde su búnker. Con todo respeto les digo estoy abierto a todas las autoridades y a todos los requerimientos que nos hagan. No hay nada qué esconder. Muchas gracias”.

Se levantó abruptamente y se apresuró a retirarse con gesto inusualmente serio, seguido de su esposa, Mariana Rodríguez.