Era cuestión de tiempo para que la falta de alumbrado público y las mínimas condiciones de seguridad en el bulevar Sección 38 pasara factura con una tragedia: la noche de ayer arrollaron a una mujer, quien en un reflejo quitó del peligro a sus hijos, pero ella quedó sin vida.

Ana Abigail Oropeza Hernández, de 25 años, había salido de casa de su mamá, en la colonia Zaragoza, rumbo a su vivienda en la colonia Privadas la Torre, y usaba el peligroso bulevar.

La señora Ana llevaba a sus hijos: Victoria Ramírez, de 8 meses; Mateo, de 2 años, y Hasiel, de 6. Avanzaban a un costado de la cinta asfáltica, sin alumbrado ni banqueta y precarias condiciones del camino. 

De la nada apareció un vehículo rojo; según testigos, la mujer aventó a sus niños lejos del camino, siendo embestida por el coche cuyo conductor huyó hacia sur, perdiéndose en calles de la colonia Zaragoza, por lo que se presume sea un vecino.

El pequeño Hasiel, horrorizado, volvió a casa de su abuela, acompañado de una vecina, para informar sobre lo ocurrido. La mujer salió a toda velocidad sólo para encontrar el cuerpo de su hija tendido a un costado del camino. Ninguno de los menores resultaron lesionados, pero quedaron huérfanos de madre.

“Ya mañana van a poner un bordote, una banqueta, una luminaria, mil topes, van a arreglar la calle para que parezca nueva, ¿y ella? Ya se murió, ¿ya para qué? El gobierno tuvo mil años para arreglar aquí y se les olvidó o decidieron olvidarlo. Así no se vale” dijo uno de los testigos que auxilió a los niños.