PepsiCo México camina con el firme objetivo de ayudar en el corto plazo a Grupo PepsiCo a convertirse en el gigante mundial de las botanas, alimentos y bebidas refrescantes. Ahora mismo está en marcha la trasformación de su portafolio de productos en alimentos más saludables para este País que representa su tercer mercado más importante en la venta de botanas, galletas, dulces y refrescos.

Esta multinacional al igual que otras empresas de su ramo tiene la difícil y titánica tarea de lidiar con dos encrucijadas de peso: la imposición por parte del Gobierno mexicano de nuevos impuestos a sus productos y el reclamo social por las supuestas enfermedades o padecimientos que surgen a raíz del consumo de este tipo de productos, principalmente la obesidad.

Las ventas en nuestro país, le abonan a los estados financieros globales de la compañía la nada despreciable cantidad de 4 mil mdd promedio anual, cimentados en marcas como Pepsi, Sabritas, Gatorade, Quaker, Sonric´s y Gamesa. Sin embargo la atención se sigue centrando en la apuesta que ya tiene en el mercado mexicano con productos más nutritivos, saludables y de bajo contenido en grasas y azúcares. Elevar las ganancias de estos es prioridad puesto que los accionistas lo demandan.

PepsiCo en los últimos años ha ampliado su catálogo de productos como barras y galletas integrales, productos para untar, cereales con avena, jugos, tés y refrescos bajos en calorías así como bebidas hidratantes. Lo mismo que ha hecho Kraft con 5 mil productos saludables, Bimbo desarrollando 36 nuevos productos adicionados con vitaminas y minerales y Coca-Cola que redujo el promedio de calorías en sus bebidas. Inclusive Walmart de México integró 30 nuevos productos light a su catálogo de marcas propias.

Existe una agresiva apuesta por imponer a sus productos el sello de saludables, hecho que les permite mantener sus ventas en el nivel deseado, un objetivo claro es defenderse de las críticas y hacer ver que el consumidor final es el que decide qué porcentaje consume de comida chatarra y refrescos, además apuntalan a la compañía como socialmente responsable al participar en campañas contra el hambre y la desnutrición. 

Es un hecho que por más saludable que pueda presentarse un producto de este tipo al salir a la venta, nunca podrán competir con los alimentos frescos y nutritivos por naturaleza, inclusive algunos creen que no es posible que ofrezcan beneficios a la salud aunque así estén marcados en su envoltura. Súmele además estos dos factores: la falta de información del consumidor respecto a cómo elegir productos nutritivos y que el sabor no los termina de convencer.

Finalmente PepsiCo México así como los competidores del mismo giro saben cuál es su talón de Aquiles y han mostrado sus cartas para seguir en el juego, ofreciendo más productos bajos en calorías y azúcares, esto es el primer paso de una estrategia de mercado a largo plazo, pues una realidad que un servidor percibe es que los productos saludables está aún muy por debajo de las ventas que pudieran esperase o desearse en las compañías.