En medio de un ambiente casi luctuoso, el Saltillo Soccer jugó “con todo lo que tenía” ante el Santos Premier el duelo pendiente de la Fecha 1, ese que hubiera sido otra historia en un mejor momento, pero que hoy dejó ver los problemas que vive el equipo y que se reflejan en la cancha y las tribunas.

El Estadio Olímpico fue una postal triste. Después de que partido a partido las tribunas explotaban de júbilo por la afición que siempre apoyó al equipo de la Liga Premier de Ascenso, especialmente vistiendo los colores del Saltillo Soccer, esta vez un juego a puerta cerrada fue el resultado de un rompimiento entre directivos y los dueños de la franquicia tras una serie de malos manejos que desencadenaron en la salida del técnico Juan José García y la mayoría de los jugadores.

Previo al encuentro, mientras los equipos calentaban, la diferencia entre uno y otro era abismal. De un lado un equipo lagunero con el respaldo de una institución como el Santos Laguna, quienes tienen infraestructura desde la Primera División hasta las Fuerzas Básicas; por el otro, un plantel diezmado, con pocos ánimos, pensando en un futuro que es por demás incierto y, a simple visto, totalmente desprotegidos.

El partido, pactado a las 11:00 horas, por si fuera poco, y luego de que Saltillo Soccer utilizó hasta a sus dos porteros —Edgar Camacho como delantero— para completar apenas a los 11 elementos en cancha, se retrazó 40 minutos, pues ni los uniformes —que esta vez no fueron los imponentes de la “S” que se porta con orgullo al pecho— estaban completos.

El central, Arturo de Jesús Olalde, se percató de que Aarón Marínes, jugador saltillense, no tenía el calzoncillo igual al de sus compañeros, por lo que los pocos elementos que estaban por el equipo de casa, incluyendo a Roberto Zatarain, quien de pronto reapareció en el panorama, junto al mismo Apolonio Lozoya, dueño de la franquicia, movieron cielo mar y tierra para conseguir un short igual.

La paciencia del colegiado, así como de los laguneros, fue clave para que finalmente se completaran los uniformes —los de casa jugaron de forma improvisada con las playeras en azul y blanco que antes fueron de entrenamiento— y así poder poner a rodar la de gajos en un partido que a cada momento tomaba tintes de nostalgia y gran tristeza.

En la cancha, el reflejo de los malos momentos que se viven en el equipo, pues apenas a los 42 segundos, Mario Rodríguez aprovechó los titubeos de la zaga saltillense para marcar el 1-0, una loza aún más pesada para los jugadores.

Poco a poco el corazón de los jugadores de casa dejaron ver el orgullo, fueron tomando ritmo y, aunque les costó mucho, lograron pasar la media cancha con balón controlado, aunque con pocas opciones al frente. El Santos, por su parte, se cansó de fallar frente a la portería defendida por Marcos Bernal, uno de los pocos titulares que se quedaron en Saltillo.

Sin apretar mucho, Santos consiguió el segundo gol en los botines de Alexis de la Rosa, pero la jugada nació de una mano lagunera que el árbitro no marcó en medio campo.

En ese momento, en medi de un partido marcado por la pesadez, Camacho reclamó al bandera: “es un partido más profe, como cualquier otro, no tiene nada de diferente”. Algo que encendió el ánimo del equipo y lo revolucionó.

Saltillo Soccer apretó, comenzó a generar y a ponerle mucho corazón y “huevos”. Aunque Santos fue el que volvió a marcar al 38’, otra vez en los pies de Rodríguez.

Para el segundo tiempo, los de casa siguieron jugando con el corazón; Camacho encontró la recompensa a la insistencia al 63’, cuando logró ganar un mano a mano para sacar un potente disparo que dejó sin posibilidades al portero del Santos, Alejandro Cruz, para el 1-3. Un gol que se gritó y se festejó como si fuera el del campeonato.

Los Laguneros redondearon el marcador con los tantos de Edwuin Cetre al 74’ y Manuel Tejeda al 88’, sentenciando el 5-1 final que les da 4 puntos por la goleada de visitantes y que los pone hoy como sublíderes.

Algo para destacar fue que los Guerreros, mostrando su grandeza y solidaridad, no festejaron ningún gol de los que marcaron, pues vieron en sus compañeros la tristeza por la que atraviesan.

Para el fin de semana, se aseguró, Saltillo Soccer viajará a Zacatecas para visitar a los Mineros; sin embargo, el panorama sigue siendo gris, y no se ve cómo 11 jugadores, sin técnico en la banca, puedan hacer algo.