Ya llega el 25 de Julio, el día de la fundación de Saltillo. Una fiesta de los saltillenses y su historia. La historia de cada ciudad es un conjunto de eventos imborrables que construyen día a día su personalidad y van definiendo su imagen.

Desde hace una década el Cabildo Municipal concede una “presea al mérito” a personajes saltillenses por su contribución a la construcción de la historia de Saltillo. Es una distinción que honra al  personaje por su aportación y no por su pedigree o por su capital económico. Es una presea al “dar y servir” y no al presumir narcisista, no es un trofeo o una medalla, sino un reconocimiento de la sociedad.

La presea nunca ha sido entregada a una sociedad. Pudo ser entregada a alguna comunidad que durante años ha conjuntado a un grupo de personas que de manera totalmente desinteresada haya llevado a cabo tareas de beneficio social, cultural y/o educativo y que hayan logrado un salto cualitativo en la evolución de Saltillo. Algunos ejemplos: el “Ateneo Fuente”, que durante 150 años ha sido una comunidad educativa que ha transformado el carácter y la cultura de miles de jóvenes, el “Festival Internacional de Guitarra” que ha dado una presencia global de excelencia musical a Saltillo, la “Casa del Migrante”, que es un  ejercicio y un testimonio del amor cristiano a un prójimo humano y marginado en todo el mundo.

¿Por qué las preseas siempre son individuales y no se premia el esfuerzo comunitario? Es posible que se deba a un paradigma mítico del héroe o cacique individual que con su sola fuerza logra un cambio trascendente en la sociedad, como Hércules que con su fuerza e inteligencia logró limpiar los establos de Augía del excremento (hoy se diría de la corrupción) que nunca había sido limpiado.

La verdad es que los cambios trascendentes de una sociedad son el resultado del esfuerzo colectivo desde la familia hasta la comunidad cívica, laboral o educativa. Por ello propongo conceder la Presea Saltillo al “Movimiento Ciudadano por la Dignidad y la Transparencia”, que expresó su compromiso con la dignidad humana tan pisoteada y humillada en las elecciones, en una multitudinaria manifestación de una tarde gloriosa y tan trascendente que convirtió la conciencia anónima y silenciosa del saltillense, en conciencia colectiva y demandante de dignidad y cambio ciudadano.

El martes 6 de Junio del 2017 pasó a la historia y la comunidad ciudadana saltillense se merece esa presea. Saltillo, desde ese día, ya no es el mismo de antes.