El asfalto de las calles de Saltillo, fue el escenario de la comunidad LGBTTTIQA, que por décima vez cimbró sobre ciudad el orgullo de la diversidad sexual.

Cientos de banderas de arcoíris, fueron el estandarte que portaron sobre el pecho, la espalda y la cabeza, al menos mil 500 personas que acudieron a la marcha convocada desde hace mes y medio por la organización civil San Aelredo, quienes son luchadores de la causa desde hace más de una década en la ciudad.

Portando una camiseta con la expresión “Mi mamá ya sabe”, dos mujeres de la población lésbica de Saltillo fueron quienes dieron los primeros pasos la marcha, que inició sobre el paso peatonal que se pintó la organización Jóvenes Prevenidos una noche antes con los colores del arcoíris a las afueras del Tecnológico de Saltillo en la avenida Universidad.

Mientras tanto, una madre acudió a la marcha portando un cartelón que decía: “abrazos de mamá gratis”, para todos aquellos jóvenes que han sido rechazados en el núcleo familiar por razones de orientación sexual.

Sobre los carros alegóricos, avanzaron las reinas de la comunidad trans, drag queen’s, personas del staff organizador, y elementos de los centros nocturnos abiertos para esta población, y jóvenes que sorprendieron con su amplia presencia a la marcha de este año, según las palabras de los organizadores.

Atónitos, los transeúntes del Centro Histórico recibieron al gran contingente con cientos de fotografías, muestras de apoyo, aplausos y saludos de niños, pese a que se esperaban una serie de manifestaciones de rechazo y discriminación como ha sucedido en años anteriores, según Noé Ruiz Malacara, presidente de San Aelredo.

Los tacones y las lentejuelas, no fue lo único que adornó a la marcha, pues en ella, se convocó a la amplia diversidad cultural y sexual que se ciñe sobre las siglas LGBTTTIQA: Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Travesti, Transgénero, Intersexual y Asexual.

 “Hoy podemos celebrar la diversidad, y que día a día va creciendo en un mayor número la aceptación para la comunidad LGBTTTIQA”, manifestó Noé Ruiz Malacara, presidente de San Aelredo.

A su llegada, la organización expresó su manifiesto anual agradeciendo la lucha que en la entidad han encausado los diputados y el propio San Aelredo para convertir en una realidad las leyes de inclusión como la de identidad de género, la del matrimonio igualitario y la de la adopción homoparental; y agregó, que debido a la participación que se ha notado, en esta décima marcha se entregará a la población joven de la comunidad LGBTTTIQA la organización de la marcha del próximo 2020.

“Aún falta mucho por avanzar y construir. Ya tenemos logros, pero se requiere la igualdad en todo el país para que todas y todos podamos acceder a los mismos derechos, para que no se discrimine a nadie por su preferencia u orientación sexual e identidad de género”, agregó Ruiz Malacara.

Antes de realizar frente al contingente una firma de compromisos de trabajo con la Facultad de Psicología a través del departamento de derechos humanos para brindar diversas atenciones en materia de salud física y mental para dicha población, en entrevista, el activista manifestó que otro de los grandes retos de este año es llevar a cabo los foros de consulta que se pretenden llevar a cabo en las universidades para la formación de la Fiscalía Especializada en Crímenes contra la población LGBTTTIQA.

Finalmente, reunidos en la Plaza de Armas, la comunidad LGBTTTIQA realizaron el cierre de la jornada por la igualdad que llevó como eslogan “mi identidad; mi familia y mis derechos”, con una serie de actos culturales por parte de la población trans, donde se tuvo la presencia del personaje televisivo “La Supermana”, interpretado por Daniela Vives.

Durante el mes de junio, el mundo entero replica las marchas del orgullo, de la diversidad sexual y de la no discriminación contra la comunidad LGBTTTIQA conmemorando a las víctimas de los disturbios de Stonewall en Nueva York en 1969 donde los constantes atentados contra dicha población, crearon a través del hartazgo una serie de movilizaciones por parte de la misma exigiendo respeto, libertad de ideas y de orientación sexual.