La madrugada del 1 de enero, Rosalinda Ruedas López fue encontrada muerta en su casa; víctima del segundo homicidio de mujeres en la última semana... unas horas después se sumaría uno más. 

Asfixia por ahorcamiento fue la causa de su deceso y el principal sospechoso, su pareja sentimental, sigue sin ser encontrado. 

Desde hace un año y medio, Rosalinda era pareja de Sotero Méndez Poblano, “El Huajuco”, quien salió el año pasado de la cárcel, luego de ser acusado de robo a casa habitación. 

Ella, según comentan quienes la conocieron, era originaria de Monterrey, Nuevo León, una persona muy reservada, quien además había tenido una vida complicada, pues era madre soltera y sola debía sacar adelante a sus hijos. 

Hasta hace aproximadamente dos años, Rosalinda tenía cuatro hijos: dos mujeres y dos varones, sin embargo, cuenta Luz María González González, uno de ellos, el mayor, se suicidó hace dos años por los problemas que notaba tenía su madre para sacarlo adelante a él y sus hermanos. 

Aunque era originaria de Monterrey, desde hace muchos años, González González no sabe exactamente cuántos, Rosalinda residía en Saltillo junto con su hermana Zulma, quien luego la encontraría muerta en donde vivía con “El Huajuco” y los tres hijos que le quedaban. 

Además de la pérdida de su hijo, Rosalinda tenía otros problemas que le preocupaban y que, incluso, dice María González, la llevaron a tener también problemas con el alcohol. 

“Yo le decía que si ya estaba bien, porque ella decía que estaba bien, que dejara de tomar, porque tenía problemas, tomaba mucho”, manifestó. 

Según los vecinos de la vivienda donde Zulma encontró a Rosalinda sin vida, que se encuentra en la Manzana 1, lote 31 de la colonia Buitres, la pareja tenía apenas unos 3 meses viviendo en este lugar. 

“A ellos casi no se les veía por aquí, yo creo que si acaso venían a dormir. La muchacha trabajaba en HEB haciendo la limpieza y yo creo que se la pasaba todo el día trabajando. Mi esposa y yo la veíamos a veces que íbamos”, comentó uno de los vecinos. 

Pese a que casi no se notaba su presencia por la colonia, algunos vecinos sí notaban que con frecuencia peleaban, incluso que Sotero la golpeaba. 

“En una ocasión los vecinos que vivían ahí a un lado le dijeron a ella que si quería ayuda, porque la estaba golpeando, pero ella no quiso, les dijo que no se metieran”, comentó un vecino del sector. 

Sin embargo, a la hora en que Rosalinda murió -04:00 horas del 1 de enero- nadie escuchó y nadie vio nada. 
De Sotero, comentan los vecinos, casi todos los fines de semana se plantaba en la banqueta de su casa y se ponía a fumar un cigarro de mariguana, mientras tomaba una “caguama”. 

La noche en que la mujer fue asesinada había pasado el año nuevo en casa de su hermana, de donde alrededor de las 3:00 de la mañana del 1 de enero, se fue junto con Sotero. Rosalinda quería llevarse a su hijo más pequeño –de 8 años- con ella, sin embargo, debido a que tanto ella, como su pareja ya estaban algo tomados, Zulma no permitió que el niño saliera de su casa. 

De acuerdo con información proporcionada por el Ministerio Público, Rosalinda había puesto varias denuncias por robo y lesiones, sin embargo, también había denuncias en su contra por el delito de robo. 
También se presume que además de “El Huajuco”, tenía más parejas con quienes sostenía relación sentimental. 

DETENIDO POR GATES 
De acuerdo con fuentes de la PGJE, Sotero fue detenido a las 13:00 horas del viernes por elementos del GATE, sin embargo, la causa de la detención no fue por el homicidio, sino porque se encontraba ingiriendo bebidas alcohólicas en vía pública. 

VANGUARDIA acudió a las celdas municipales, donde la vigilante en turno comentó que hasta el mediodía de ayer, todavía no habían llevado al detenido. 

“Vinieron hace rato los familiares y dijeron que lo habían detenido los gates, pero aquí no han traído a nadie, nosotros no tenemos a nadie detenido”, comentó la mujer.