Saltillenses vencen al cáncer

Lucharon contra un enemigo implacable al que demostraron ser más fuertes; conozca su testimonio y la forma en que salieron victoriosas
Foto: Vanguardia/Luis Castrejón
“Yo la verdad no tengo con que pagarle a la vida, a mi familia porque tuve un apoyo muy grande, yo en ese tiempo tenía a mi esposo, él siempre me dijo vamos a ir hasta donde sea a buscar un tratamiento”
Tomasa Hernández

Saltillo, Coahuila. La enfermedad mutiló su cuerpo pero no pudo mutilar su espíritu y aunque ya no tiene senos, su cabello no ha vuelto a crecer, eso no le importa pues sólo es algo físico, lo que vale es que sigue respirando y que aunque ha sido doloroso, le queda lo más valioso: la victoria ante el cáncer de mama que para ella no es un enemigo invencible. 

María de Jesús García, descubrió el año pasado que aunque no quisiera, le había llegado la hora de recibir esa herencia familiar que nadie quiere: el cáncer.

Con antecedentes familiares, María de Jesús se checaba regularmente hasta que un día su buena racha terminó y escuchó de los doctores el diagnóstico que ojalá a nadie le tocara oír.

Todo empezó en su seno izquierdo, la bolita que crecía y que no era palpable, fue detectada por una mastografía, si María de Jesús no tuviera el hábito de hacerse un chequeo cada año, probablemente no estaría viva. 

Ante este descubrimiento su seno fue retirado, parecía que el cáncer se había ido cuando meses después se descubrió otra bolita en su seno derecho, esta vez la enfermedad era de más cuidado y empezó a recibir quimioterapias, también tuvieron que quitarle el seno.

Pese a perder ambos, esto no la derrumbó, sino todo lo contrario, se armó de valor, acudió y sigue acudiendo a cada terapia para combatir a quien le ha enseñado que es más fuerte de lo que ella había imaginado. 

“Hay que aceptar la enfermedad y darle batalla, no estar pensando en me puede pasar esto, me puede pasar lo otro, hay que seguir con mucha fe y si es necesario con mucha ayuda psicológica buscarla. 

“Refugiarnos también en la espiritualidad que eso también nos deja mucho a los que somos creyentes de dios, tener fe y ser positivas, hay que aprovechar esos lapsos de entusiasmo, salir con amistades a tomar un café, no hay que pensar constantemente en la enfermedad”. 

Cuando el cáncer llegó a su vida, María de Jesús se unió al Grupo Reto, que es una organización que se dedica ayudar a las mujeres que padecen cáncer, “doña Jesú”, así le dicen sus compañeras, no deja de ir a sus quimioterapias,  sigue el tratamiento de manera firme y no se deja vencer por más que se sienta mal o débil. 

“Las quimioterapias es algo de lo que tenemos que echar mano para salir adelante porque si es muy necesario, porque si no existieran estos tratamientos a base de químicos cualquier célula que se quede ahí se vuelve a reproducir y vuelve a aparecer el cáncer y eso no hay que permitirlo”.

Cicatrices que dan vida 

María de Jesús tiene dos cicatrices en el pecho, es ahí donde está la marca de lo valiente que es, ella no siente pena, no se avergüenza al no tener senos, el perderlos fue lo que tuvo que hacer para ganarse la vida, para volver a nacer.

Tal vez para muchos la perfección del cuerpo sea lo más importante pero para “doña Jesú” eso pasó a segundo plano cuando decidió luchar para no morir en las manos del padecimiento que mata a millones de mujeres en el mundo.
Aunque el tratamiento es de lo más importante para salir adelante, “doña Jesú” también se apoyó en otras cosas como su familia, la espiritualidad y salir con sus amistades. 

Ella dice que el hecho de estar enferma no significa que uno se tenga que quedar en un rincón a sufrir sino que hay que levantarse y afrontar lo que venga siendo siempre positiva.

“Cuando uno está enfermo no hay que ponerse a pensar en lo peor, sino que hay que salir, animarse, si se necesita buscar ayuda psicológica hay que buscarla, tener fe, refugiarse en la espiritualidad, salir con amistades”, concluyó. 

Con una fuerza  envidiable 

Las secuelas del cáncer se ven en su brazo, la enfermedad atacó su seno izquierdo, tuvieron que quitárselo y lo reconstruyeron pero no al cien por ciento porque ella no lo quiso, volver a tener un pecho perfecto no era su meta, lo único de verdad importante es que seguía viva.

En el año 2007, el cáncer de mama “tocó la puerta” a Tomasa Hernández viuda de Garza, le retiraron parte del seno para que la enfermedad no avanzara, le reconstruyeron sólo una parte pues ella no estaba interesada en la estética sino en que seguía viva.

Cinco años después, su brazo izquierdo presentó una secuela, por lo que se le originó un linfedema. (Restos de cáncer que se extienden en el cuerpo).

“Aún estoy en tratamiento tomado por diez años y se me valora cada seis meses, he tenido bendiciones, hasta ahorita no me ha resurgido esta enfermedad, lo único que pasó fue que a los cinco años tuve una secuela, es un linfedema, yo pensé que había quedado al 100, pero se me empezó a inflamar el brazo izquierdo, estuve yendo a rehabilitación por un año y debo usar una manga especial para que me proteja”. 

Aunque Tomasa no puede hacer muchas cosas debido a la inflamación de su brazo ella no se desanima y en su casa todos los días se hace rehabilitación y procura mantenerse ocupada para seguir siendo productiva aún después de la enfermedad, al igual que “doña Jesú” forma parte de Grupo Reto y ahí colabora dando platicas y en todo lo que le piden. 

“Yo me siento bendecida porque estoy viva, el hecho de que tenga limitante en un brazo es lo de menos, lo que importa es que estoy viva, puedo caminar, trabajar en muchos aspectos, trabajo en grupo reto. 

“Yo la verdad no tengo con que pagarle a la vida, a mi familia porque tuve un apoyo muy grande, yo en ese tiempo tenía a mi esposo, él siempre me dijo vamos a ir hasta donde sea a buscar un tratamiento y luchar para seguir adelante y lo conseguimos, la prueba está en que aquí estoy y en que atendiéndonos a tiempo tenemos más oportunidad de salir adelante”. 

El mensaje

Doña Tomasa, como sobreviviente de cáncer, tiene mucho que decirles a las mujeres que están pasando por lo mismo que ella, que no se depriman, que luchen porque alguien que se desanima empeora la enfermedad porque gran parte de lo que ayuda a salir adelante es ser positiva.

Sin miedo a lo que venga 

Al principio, María del Carmen Avilés se sentía incomoda por las miradas de morbo que la gente posaba sobre ella, la veían raro porque llevaba siempre una pañoleta en la cabeza, sentía que la gente se preguntaba ¿por qué?
En octubre del año pasado supo que tenía cáncer, al principio no quería aceptarlo, se resistía, pero tuvo que entender que para seguir viva, debía afrontarlo.

“A veces la gente se te queda viendo con morbo pues porque una trae sus pañoletas, al principio no quería salir pero me dije la vida sigue y ahora ando en todas partes, si hay ratos en que uno se siente triste pero si tienes apoyo sigues adelante, tomo mis medicamentos, voy a triunfar”. 

María del Carmen procura salir, aunque sea a las tiendas a ver cosas, aunque al final no compre nada, esto la ayuda a no estar encerrada y distraerse con sus amigas para no dejar que esos ratos de tristeza ganen. 

“No me puedo quedar en mi casa sola porque luego me quedo nada más pensando, hay que tener la mente en otras cosas para no deprimirse y salir adelante, mis vecinas me apoyan mucho, están conmigo, mientras mi mente este positiva yo voy a poder”. 

Actualmente recibe sus quimioterapias, pero no tiene miedo de la enfermedad porque sabe que si continúa como hasta ahora será ella quien gane. 

“Estoy en las quimioterapias, me decaigo mucho y me siento mal pero estoy firme porque sé que voy a salir adelante.

 “Tengo la mente positiva, yo les digo a todas las mujeres que se hagan sus chequeos correspondientes, yo dejé de ir un año y fue cuando me pasó esto.
“Tengo seis meses de estar operada, me quitaron un cuadrante del seno derecho”, dijo.

Momento oportuno

La detección oportuna es la clave para evitar desenlaces fatales, por lo tanto, es necesario que las mujeres se realicen una autoexploración mamaria una vez al mes, una semana después del periodo menstrual.

Entre los principales síntomas están la aparición de nódulos o tumoraciones en el seno, alteración en la piel de la mama (aspecto de naranja), retracción de la piel de la mama o el pezón o que escurra un líquido en el mismo.

Asimismo pueden aparecer ganglios linfáticos en las axilas o arriba de la clavícula, irregularidades que son fáciles de detectar con la autoexploración.
En caso de sentir cualquiera de estas anomalías, es indispensable que la mujer acuda inmediatamente a realizarse un estudio especializado que es la mastografía.

También se recomienda que aquellas mujeres que superan los 40 años de edad y que tengan antecedentes de cáncer de mama en la familia, se realicen una mastografía anual.


Lucha constante

María de Jesús es saltillense y tiene 63 años.

El año pasado se enteró que padecía cáncer.

Pertenece al grupo Reto, asociación que apoya a mujeres que padecen la enfermedad.

Actualmente trabaja en su casa y hace su vida de manera normal.

“Doña Jesú” dijo que siempre ha contado con el apoyo de su hija Karla Denisse,  motivo que la ha hecho más fuerte. 


Incidencia

 Coahuila descendió 4 lugares en el índice de casos de cáncer

Así lo dio a conocer lma Carolina Viggiano, presidenta honoraria del DIF en la entidad.

 Informó que el Estado ha logrado disminuir el cáncer.

Dijo que aún hay mujeres que se muestran renuentes a acudir al médico por temor o incomodidad al ser atendidas por un médico.

La Presidenta Honoratia del DIF, señaló que esta baja en los números representa a muchas mujeres que siguen vivas.