¡Salen laguneros a festejar la sexta estrella del Santos!
Torreón.- Apenas se oyó el silbatazo que coronó al Santos Laguna como campeón del futbol mexicano, la gente en la Comarca Lagunera se volcó a las calles y principalmente a la Plaza Mayor, en el centro de la ciudad, para bailar y gritar la sexta estrella del cuadro lagunero.
Allí llegó Gamaliel Barrera, con su nieta de cuatro meses a los hombros. La beba tenía tatuado la inicial del Santos en una de sus mejillas. Pero Gamaliel llegó desde Ensenada, donde radica desde hace 15 años.
“Somos de aquí de Torreón y venimos con la familia para disfrutar de las finales”, comentó el aficionado.
Gamaliel ha estado y festejado los seis títulos del cuadro santista. De hecho, estuvo en el estadio en el primer campeonato del equipo en el Invierno 1996, cuando derrotó al Necaxa.
Su papá siempre le inculcó la afición por los guerreros. Vivía a dos cuadras del viejo estadio Corona, en la colonia Las Carolinas.
“Representa mucho para nosotros. Somos guerreros de corazón y no podía dejar perder la oportunidad de volver a festejar un campeonato. Es muy bonito todo esto y hay que inculcarlo a nuestros hijos y ahora a mi nieta”, dijo Gamaliel.
Como él, se calcula que asistieron cerca de 40 mil aficionados a la Plaza Mayor, lugar que la gente ha erigido como sitio de festejos. Banderas ondearon, espuma, gritos, cumbia lagunera, el oso polar, saltos. La Plaza Mayor se convirtió en una pachanga guerrera.
“Yo sigo a mis guerreros a todas partes, guerrero es un sentimiento que se lleva en el corazón, daría toda mi vida por ser campeón…” se escuchaba el cántico de la afición. “Oee, oee oee oee, Santos, Santos”, cantaba la gente sin parar.
Chicos y grandes salieron de sus casas para abarrotar las calles. En el bulevar Independencia, la principal arteria de la ciudad, las filas de autos parecían formar un desfile alegórico, donde las escenografías eran personajes ataviados con banderas y playeras santistas. Por esta ocasión, no importaba que niños y niñas fueran arriba de los coches, o gritando en las cajas de las camionetas.
El operativo de seguridad se había establecido hasta las dos de la madrugada, pero los festejos empezaron a ahogarse antes. En Plaza Mayor, a diferencia del jueves pasado, no hubo mayores incidentes. En un momento surgió una pequeña gresca donde aficionados empezaron a lanzarse objetos, pero la misma gente los apaciguó. Querían festejar y gritar Santos campeón.
“Es muy bonito todo esto. He seguido al equipo. Esperamos que mantenga la base, que mantengan el nivel para que nos sigan dando estas alegrías”, comentó Alfonso Reyes, aficionado.